El Texas Hold’em poker deriva su nombre de dicho lugar en Estados Unidos que hoy no ve con buenos ojos su práctica. Si bien los juegos de azar en ese estado están prohibidos -marco legal en que cae esta disciplina mental-, hay salas de poker en vivo que han encontrado un resquicio legal para poder funcionar  y una de ellas está causado malestar dentro de una comunidad de vecinos que cree que la llegada a su vecindario de un club de este tipo provocará inseguridad.

El Texas Card House es una de las salas más exitosas de la región.

Uno de los espacios más famosos en dicho estado es el Texas Card House que  opera desde noviembre pasado con un éxito rotundo. «El lugar está lleno todos los días con una gran lista de espera. La demanda está ciertamente ahí», dijo Matthew Rosenfield, un miembro del club.

Estos clubes sólo necesitan una licencia comercial común para abrir y su manera de operar consiste en una tarifa de alquiler de asiento por hora de US$13. Como no interfieren en nada más, los jugadores se quedan con todo el dinero que está sobre la mesa, por lo tanto se saltan todas las normas que podrían catalogarlos como un casino ilegal.

«Tenemos mucha seguridad. Hasta ahora no hemos tenido problemas importantes. Hemos estado en contacto con funcionarios del Departamento de Policía de Dallas. Ellos saben exactamente quiénes somos, qué estamos haciendo», asegura el director de operaciones de Texas Card House, Ryan Crow , quien añadió que hay unas 100 salas de poker que operan abiertamente en Texas.

A diferencia de dicho club que está alejado de lugares residenciales, el Champions Social se instalará en un recinto que tiene una gran cantidad de casas particulares a su alrededor y a los vecinos no les parece bien por lo que iniciaron protestas para ir en contra de su creación argumentando que romperá con la tranquilidad y la seguridad de su zona.

«Va a ser una sala de poker las 24 horas y sentimos que no pertenece al vecindario, será peligroso para todos. La oposición ha sido generalizada. Tenemos más de mil firmas reunidas para una petición en solo un lapso de cuatro días», dijo Jeremy Camp , presidente de la Asociación de Propietarios de Bent Tree North.

Por ahora la construcción de esta sala sigue en marcha, sin embargo la comunidad no dará su brazo a torcer y seguirá protestando para mantener sus residencias alejadas de este tipo de espacios pokeriles.