Siempre que se trate de comparar el poker con otros deportes en una especie de reivindicación de las habilidades requeridas, para está búsqueda de semejanzas se debería mirar cómo muchos profesionales de otras disciplinas usan las mesas como una manera de jubilación activa.
Los deportistas son competidores por naturaleza, más aquellos de élite que buscan siempre dar el 110% en cada actuación. Actividades como el fútbol suelen tener una vida útil corta y eso puede frustrar a muchos atletas que a sus 35 años deben pensar en retirarse siendo aún jóvenes.
Michael Phelps en la WSOP 2018.
Muchos de estos personajes, luego de salir de las canchas, se desempeñan como comentaristas de TV, DT de otros equipos o empresarios, sin embargo por sus venas sigue corriendo esa sangre competitiva que los lleva a adquirir nuevas habilidades y muchas veces, el mejor escenario para ello es el poker.
Lejos de ser un juego de azar, los deportistas reconocen que se necesita una habilidad mental para dominar al contrincante, una estrategia bien planificada y hasta esfuerzo físico para aguantar tantas horas sentados en una mesa o frente a una pantalla y seguir conservado en llamado A-game.
También nombres como Ronaldo Nazário saben que ningún logro se compara con besar un trofeo o convertirse en campeón, por ello y a pesar de no poder conseguirlo más a través de goles, ven en las cartas esa posibilidad de la gloria suprema.
No es casualidad ver a atletas como Gerard Piqué , Teddy Sheringham , Rafael Nadal , Michael Phelps o Paul Pierce , solo por mencionar algunos, disputando siempre los torneos como WSOP o WPT en busca de esa adrenalina que solo consiguen cuando tienen sus respectivos uniformes.
Todos ellos saben que el poker es, como algunos países lo catalogan, un deporte mental que requiere la misma disciplina y compromiso que cualquier otra competición a la que se han podido enfrentar en el pasado y de la cual han podido salir victoriosos, misma hazaña que persiguen conseguir en las mesas.