TV SHOW
El mago no encontró la magia y perdió un pozo de US$323K
Antonio Esfandiari volvió a las mesas televisadas y a pesar de que sus poderes fallaron una vez, al final de la noche fue el máximo ganador.
Los últimos 5 años han estado marcados por grandes enfrentamientos bajo la modalidad heads-up que han sentado a los mejores profesionales cara a cara y pareciera que detrás hay algunos aspectos mentales que valen la pena destacar.
Que la gloria del campeón tenga que pasar por derrotar a un rival en el duelo final puede ser una de las postales más características del poker. Más allá del premio sobre la mesa, el reconocimiento que da este tipo de enfrentamiento puede ser una clave fundamental.
Barry Carter ha vuelto a compartir su mirada acerca de uno de los temas que más interesa en la actualidad a los jugadores y la comunidad en general. No es casualidad que Doug Polk , Daniel Negreanu y Phil Hellmuth sean solo tres de los mejores jugadores del mundo que han protagonizado un heads-up en los últimos meses.
Para el coautor de los libros de The Mental Game of Poker, las redes sociales y en especial Twitter, se ha convertido en un lugar combativo y cree que este año se verán muchos más duelos entre personas que no se caen bien.
A nivel de mental game, menciona el llamado «Síndrome del Personaje Principal» como una de las principales causas para que se de este fenómeno que incluso ha llevado a empresas como PokerGo a crear programas exclusivos relacionados con el tema.
«En los últimos años he visto que los jugadores de poker están mucho más ávidos de atención. Todos somos en cierta medida más narcisistas en nuestro mundo de redes sociales. Todo el mundo se siente famoso en su cuenta de Twitter y cada vez es peor. Yo soy tan culpable como cualquiera, sobre todo cuando se trata de ver si a alguien le ha gustado un tuit mío».
Podría pensarse que los bautizados «duelos del siglo» ya se jugaron, aún así, hay que ver que nuevas rivalidades van surgiendo en las mesas, además, siempre están las cartas servidas para una revancha.