Muchos quieren llegar a la élite y consagrase como jugadores profesionales mientras otros solo quieren poder sacar algunas ganancias o simplemente divertirse.

Se podría pensar que aquellas personas que han mostrado habilidades para los números y las matemáticas podrían verse beneficiados con las cartas. Por otro lado, al contrario de lo que podría pasar en una carrera universitaria tradicional, la pregunta de ¿Cómo saber si se está hecho para el poker? muchas veces aparece un poco tarde y ya cuando la frustración está presente en las mesas. 

Una de las dificultades que pueden aparecer a la hora de tratar de responder esta pregunta es el tema del largo plazo, pero ¿Cuánto es un largo plazo?. Aunque hay algunas opiniones encontradas, se podría tomar una media de 100K manos para realizar una evaluación del rendimiento.

Después de analizar esta muestra y si los resultados no son favorables, tampoco se debería pensar que el poker no es para uno, por el contrario, podría ser un factor de motivación para buscar mejorar con algunas herramientas de estudio. 

Durante los últimos años, el mental game ha cobrado mayor importancia. Existe otra corriente de jugadores que han comenzado a medir los resultados de manera cualitativa y no cuantitativa, es decir, dar más peso a la manera en que se abordan las situaciones, la disciplina y la constancia más que el dinero.           

Hoy en día un aspirante a profesional o quien pretenda dedicarse al poker en cualquiera de sus niveles, debe responder a la pregunta antes mencionada de una forma mucho más integral. De nada sirve ganar en las mesas si se sufre en ellas y tampoco vale la pena ser un experto de los pensamientos y los sentimientos ante un rival si esto no genera ganancias.

Un extenso hilo con este tema fue discutido en el foro de Educapoker, cuando un «un pececillo que quiere establecer un rumbo para llegar a ser tiburón blanco», como el usuario de definió, planteo algunas interrogantes ahora que pretende dedicarse a esta actividad.