LATINOAMÉRICA
Con 5 paquetes garantizados, se juega un Mega Satélite para el CDP Lima
Este domingo en PPPoker se van cinco paquetes valuados en S/4.400 que incluyen la entrada al Main Event y el hospedaje en el Hotel Costa del Sol.
Parece que el poker se está convirtiendo en un punto de encuentro para los jugadores de ajedrez y es que se ha dado a conocer otra historia en la que los profesionales de los tableros a cuadros están incursionando en los torneos presenciales.
En esta ocasión se trata de Miguel Illescas y Olga Alexandrova , quienes ante todo son esposos pero también Grandes Maestros de Ajedrez. De hecho, el español tiene el récord absoluto con ocho títulos de campeón en el país ibérico. Y recientemente compartieron más acerca de la pasión que tienen por los juegos mentales.
La pareja fue encontrada jugando el Winamax Poker Open de Bratislava y este festival fue el momento perfecto para ser entrevistados y conocer algunas anécdotas y sus transiciones a unas nuevas mesas de desafío estratégico.
Confiesan que aunque ambos siente un profundo amor por el ajedrez, son pocas las veces que juegan juntos. «Matrimonio o partidas, pero no ambos», comentaba bromeando Alexandrova mientras que Illescas admite que siempre que gana él, es cuestión de suerte, mientras que cuando lo hace su esposa, es porque jugaba mejor.
«En el poker, como en el ajedrez, hay dos enfoques: la estrategia matemática, que se basa en cálculos precisos, y la estrategia explotativa, pero hay diferencias. Yo de cien partidas contra ti al ajedrez te voy a ganar las cien, pero al poker puedes ganarle al mejor del mundo alguna mano», afirma Alexandrova al diario Marca.
Por su parte, el español dice que «recomendaría jugar poker en los colegios, pero con garbanzos en lugar de dinero, claro». Entre los atributos, destaca que podría mejorar disciplina y la toma de decisiones.
Por último, a Illescas se le preguntó acerca de la Inteligencia Artificial en ambos juegos, ya que fue colaborador en el desarrollo de Deep Blue, la máquina de derrotó a Garry Kasparov en 1997.
«Contra la máquina no hay nada que hacer en ningún juego matemático. Si me pides que desafíe a la máquina en ajedrez, donde he destacado toda mi vida, o en poker, prefiero con cartas que siempre me pueden tocar dos ases», concluyó.