TRITON POKER SERIES
Artur Martirosian ganó un heads-up ruso y levantó su primer trofeo de las Triton
El ruso viene teniendo una gran serie pero no había podido ganar un título hasta ahora.
El republicano Donald Trump , el presidente 45° de Estados Unidos, es un personaje controversial que no pasa inadvertido y que tiene, aunque muchos no lo recuerden, una ceñida relación con el poker. Hoy jugará uno de los heads-up más importantes en su carrera política en búsqueda de la reelección contra el demócrata Joe Biden , a quien muchas encuestas ya dan por ganador. Sin embargo, eso de ir de perdedor también pasó le sucedió a Trump en la elección pasada y ya se sabe cómo terminó todo…
Pues bien, la relación de Trump con el poker es cercana, pero no como jugador, más bien como estratega y hombre de negocios que usa los conocimientos de esta disciplina para aplicarla a dichos ámbitos de su carrera.
«El poker es un maravilloso microcosmos de la vida», dijo en 1996, durante una emisión de la mesa final del US Poker Championship en la que un joven Phil Hellmuth daba sus primeros pasos hacia la fama.
Trump ha negado ser un jugador de poker, pero le tiene respeto y pasión:
«Sé un poco cómo jugar, pero estoy tan ocupado que es imposible para mí sentarme».
Eso fue hace más de 20 años, cuando nada hacia presagiar que tendría que vivir dos heads-up políticos por la presidencia del país más poderoso del mundo. «Cada situación es un desafío. Usa la palabra desafío siempre. La vida es un desafío y el poker también. Si tu eres competitivo y te lo propones como un desafío, serás más exitoso», señala Trump.
También ha usado la terminología pokerística para escenarios delicados de la política internacional, como por ejemplo en el conflicto con Corea del Norte.
«Estamos jugando un juego de poker muy difícil y nadie quiere revelar su mano».
Otra relación que vemos con el poker es en su personalidad. Trump es un profesional del bluff…
Donald es un hombre de negocios y también ha visto en el poker una oportunidad de generar ingresos. Uno de los aspectos en ese sentido más conocidos es el hecho de que en 1990 creó el US Poker Championship en el Trump Taj Mahal en el Atlantic City, un circuito especialmente para profesionales.
Seguido a ello, en el Black Friday, Trump lanzó una red de poker en línea en asociación con 888poker y su amigo financiero Marc Lasry: All American Poker Network, una plataforma activa en Nueva Jersey y con licencia en Nevada.
Para la campaña de su primera administración, Trump habló del poker online en Estados Unidos. «Ha llegado el momento de que Estados Unidos reconozca los juegos en línea como sucede en todos los países del mundo».
Y de cierta forma lo logró: el poker en línea ha avanzado bajo el liderato de Trump con la incorporación de Pensilvania y, muy pronto, Michigan. Sin embargo, el apoyo de los republicanos de Las Vegas, como Sheldon Adelson y Steve Wynn , dueños de importantes casinos que no quieren perder poder en el juego en vivo, lo han disuadido de seguir adelante con un plan más amplio a nivel federal.
La única pieza del lado positivo podría ser la posible salida pendiente de Adelson del mercado de casinos en Estados Unidos. Si Adelson vendiera sus activos, como se rumorea, tendría pocos incentivos para seguir gastando dinero para evitar la regulación de los juegos en línea como el poker. Con esto se podría abrir una puerta para una reinterpretación de la Wired Act (Regulación en la que está metida el poker online) que podría ser una luz al final del túnel para el regreso del poker online.
Por su parte, Biden tampoco es un gran esperanza para el regreso del poker online a Estados Unidos, sin embargo presenta una alternativa. El experto en la industria de iGaming, Steve Ruddock , le dijo a PokerNews que si Biden es elegido, se instalará un nuevo fiscal general y es poco probable que esté interesado en una reinterpretación de la Wired Act, por lo tanto el tema pasaría a ser federal y en cada estado se votaría si se permite o no las partidas digitales por dinero real.
Esto crearía una especie de efecto de bola de nieve. Cuantos más estados legalicen los juegos de azar en línea, más difícil será para el gobierno federal detenerlo. Es una certeza que los estados lucharían para aferrarse a sus nuevos ingresos fiscales.
Fuente de la imagen de portada: Rajanish Kakade/AP.