El destacado jugador profesional y embajador de GGPoker Diego Ventura ha explicado que la diferencia entre un jugador regular y uno de élite radica en su enfoque, habilidades y capacidad de adaptación.

Según Ventura, un grinder regular puede tener habilidades técnicas sólidas, pero a menudo no cuenta con la capacidad de adaptarse a situaciones cambiantes y a la evolución del juego.

Por otro lado, un jugador de élite tiene la capacidad de leer a sus oponentes, comprender las tendencias del juego y hacer ajustes en tiempo real. También tienen una mayor capacidad para gestionar su estado emocional y para tomar decisiones estratégicas bajo presión.

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Además, Ventura destacó que los jugadores de élite suelen tener un enfoque más riguroso y disciplinado para el estudio y la práctica del juego, lo que les permite mejorar constantemente y mantenerse en la cima de su juego.

El pro peruano lo dejó explicado en su cuenta de Instagram de la siguiente manera:

«El jugador de élite tiene mucho mejor conocimiento teórico y técnico del poker en general, y no es solo lo que sabe, sino lo que puede ejecutar. Los jugadores de mayor nivel tienen un nivel de ejecución mucho mejor, y al mismo tiempo tienen un nivel de confianza en sí mismos mucho mayor, lo que les permite ejecutar con precisión y no dejarse llevar por la duda o el miedo, que es lo que Suele pasar con jugadores regulares normales.

Otro aspecto importante es que un jugador de élite tiene mayor resiliencia, es decir, puede lidiar mejor con las derrotas en el juego, con los aspectos frustrantes del juego, con la varianza, etc., y al mismo tiempo se recupera mucho más rápido. de situaciones en las que comete errores o cosas por el estilo. Entonces, no es que el jugador de élite no tenga dudas, pero no se deja llevar por ese tipo de inseguridades, y además tiene mucha más experiencia. Creo que esas son las principales cosas que diferencian a un jugador de élite de los demás».

 

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En resumen, la diferencia entre un jugador regular y uno de élite en el poker no solo se basa en las habilidades técnicas, sino también en la capacidad de adaptarse, tomar decisiones estratégicas bajo presión, gestionar el estado emocional y tener un enfoque riguroso y disciplinado para el estudio y la práctica del juego.

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