A la selección de básquetbol de Eslovenia se le pasó la mano en sus festejos tras la victoria ante Argentina y su conducta inapropiada podría traerle consecuencias.

Este reconocimiento está reservado sólo para unos cuantos elegidos y el brasileño fue uno de ellos: en 2016 dejó al poker en lo más alto como deporte mental.

A la selección de básquetbol de Eslovenia se le pasó la mano en sus festejos tras la victoria ante Argentina y su conducta inapropiada podría traerle consecuencias.

Este reconocimiento está reservado sólo para unos cuantos elegidos y el brasileño fue uno de ellos: en 2016 dejó al poker en lo más alto como deporte mental.