En una movida sorprendente, el Gobierno de México pareciera que está a punto de cambiar drásticamente el panorama de la industria de juegos de azar y casinos en el país.

El 7 de septiembre, la Secretaría de Gobernación (Segob) dio a conocer un decreto que busca modificar y eliminar disposiciones clave del reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos. Este decreto está pendiente de ser firmado por el presidente Andrés Manuel López Obrador , quien ha dejado clara su postura en contra de los nuevos casinos.

Una de las medidas más llamativas del decreto es la eliminación de las máquinas tragamonedas. Esto significa que los casinos ya no podrán ofrecer este popular juego de azar en sus instalaciones, lo que pone en riesgo un negocio que genera alrededor de MXN 15.000 millones al año para los operadores.

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El decreto también reduce drásticamente la duración de los permisos para operar casinos. Actualmente, estos permisos tienen una vigencia de 25 años, pero con la nueva regulación se acortarán a tan solo 15 años. La medida tendrá un impacto significativo en la industria, ya que los operadores deberán renovar sus permisos más frecuentemente, lo que podría generar incertidumbre y costos adicionales.

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La decisión no sólo afectará a la industria del juego sino también al erario público. Las tragamonedas generan alrededor de MXN 4.700 millones de ingresos anuales para el Gobierno, una fuente importante de financiamiento que se verá comprometida por la eliminación de estas máquinas.

Dicho decreto gubernamental que se avecina traerá importantes cambios en la industria del país ya que al eliminar las máquinas tragamonedas y reducir la duración de los permisos de los casinos, posiblemente también queden eliminados algunos los puestos de trabajos. A medida que esta reforma se materializa, queda por verse cómo afectará a los operadores y al erario público en el futuro cercano.