Jennifer Harman es, con seguridad, la jugadora con mejor reputación en las mesas de High Stakes de Las Vegas. Por más de una década ha sido regular del legendario Big Game en el Bellagio donde ha ganando millones de dólares y, al mismo tiempo, se ha ganado el respeto de todos sus compañeros.

Aunque Harman prefiere las partidas de cash también ha tenido éxito en torneos. De hecho, es la única mujer en tener dos títulos de la World Series of Poker  y suma más de dos millones de dólares de ganancias en torneos en vivo. Su primera pulsera la ganó en el año 2000 en un evento de 2-7 Lowball, una modalidad que no había jugado nunca antes. Dos años después se llevó el evento Limit Holdem con buy-in de $5.000 dólares.

Por si fuera poco, Harman fue elegida por Doyle Brunson para escribir el capítulo de Limit Holdem de la segunda edición de Super System, uno de los libros más importantes en la historia del poker.

La historia de Harman comienza en 1964 en Reno, Nevada y recuerda que básicamente creció con el poker como deporte cotidiano. Desde los seis años fue ávida espectadora de las partidas caseras que organizaba su familia. «El color de las fichas, el ruido y los billetes tuvieron una fuerte impresión en mí», recuerda Harman, «Nunca había jugado hasta entonces pero en ese momento tuve el deseo de hacerlo».

Con apenas ocho años Harman participó en sus primeras partidas de poker. Sus oponentes eran sus primos y su madre hacía el papel de croupier para asegurarse que las reglas se siguieran en todo momento. 5-Card Draw o 7-Card Stud eran las modalidades habituales y, aunque parezca extraño, las fichas tenían un valor y en muchas ocasiones se armaban pozos de muchos centavos.

Pero quizá el momento fundacional de la carrera de Harman ocurrió cuando tenía trece años y acompañó a su padre a una partida en casa de un amigo. Jennifer recuerda que había pasado una hora y su padre había perdido casi todas sus fichas. «En ese momento se levantó y me dijo que continuara yo», cuenta Harman, «Cuando nos despedimos había conseguido recuperar todo el dinero de mi padre».

A los dieciséis años Harman ya tenía claro que era buena en el poker. Tal como hiciera Phil Ivey, Jennifer fue en una ocasión al casino y logró entrar gracias a una identificación falsa. Su primera partida fue de 7-Card Stud con ciegas $1/$3 pero, debido a una infección en los ojos, no pudo jugar durante mucho tiempo. Sin embargo, mientras caminaba hacia la salida divisó una partida con una modalidad que no conocía.

«Texas Holdem», le contestó el cropier cuando Harman preguntó por el nombre del juego. «A simple vista lo supe», recuerda, «tenía que aprender todo sobre esta modalidad».

Al día siguiente volvió al casino y tomó asiento en la partida más baja que había en ese momento: $3/$6. Su stack era de sólo $40 dólares y, según recuerda, su primera mano fue A K. Mejor inicio no podía haber deseado y todo fue para mejor cuando flopeó el color máximo. El turn trajo otra dama y, antes de que apostara, su rival le mostró dos damas más en la mano: «No apuestes», le dijo.

«No recuerdo mucho sobre el resto de la sesión, sólo que perdí algo de dinero», afirmó Jennifer, «Sólo era una niña y mi mamá ni siquiera tenía idea que estaba jugando en el casino. Aún así, mi entusiasmo no desapareció».

Después de su primera experiencia, Harman volvió al día siguiente y se convirtió en una jugadora regular durante los dos años siguientes a pesar de que seguía siendo menor de edad. En esa época conoció a Freddy Deeb quien en una ocasión le propuso un bancaje para una partida de $5/$10 aunque ella rechazó el ofrecimiento.

«No podía, era una partida muy grande», dijo Harman. No sabía que años más tarde sería regular de las partidas $4.000/$8.000 y, además, ganaría millones de dólares cada año.

Esta es la primera parte del perfil de Jennifer Harman. La segunda y última parte se publicará el próximo lunes 12 de agosto.