Adaptarse adecuadamente a diferentes circunstancias es uno de los factores clave para el éxito. Y no solo en las mesas de poker, en la vida misma también.

Pero en lo que al poker refiere, aunque se trata del mismo juego ya sea en el ámbito presencial o en el virtual, se podría pensar en dos mundos que son completamente distintos.

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Todo comenzó en las mesas, por allá de la década de los 80 y en partidas clandestinas que se jugaban en los sótanos de las casas de algunos jugadores de dudosa reputación. Posteriormente, el juego comenzó a aumentar en popularidad y entonces algunos casinos se aventuraron a incluir el poker en su oferta de juego.

Un punto importante de inflexión fue cuando nació la World Series of Poker y aunque, según se puede consultar en los archivos históricos, menos de una decena de jugadores se presentaban a disputarse el título en ese entonces, fue la época que marcó el verdadero nacimiento y difusión de este juego, al menos en nuestro continente.

El poker en línea llegaría hasta la década de los 90 por lo que su historia es realmente reciente. La mayor proporción de jugadores en la actualidad vienen de aquella época en donde el poker en vivo era la única opción.

La pandemia vino a cambiar todo esto, pues con prácticamente dos años sin poker presencial, los jugadores tuvieron que encontrar en el mundo virtual la forma de poder continuar jugando este juego que tanto les gusta.

La adaptación no ha sido fácil, ya que siempre el camino más sencillo es el que va en la dirección online hacia en vivo, ya que las adaptaciones necesarias son mucho más sencillas de realizar. El camino inverso, de en vivo hacia online, es bastante más complejo debido a las diferencias significativas en cuanto al nivel técnico del juego y a la velocidad vertiginosa del mismo.

Tres consejos útiles para adaptarse entre el poker en vivo y en línea

1) En línea se miente mucho más

Quizá uno de los efectos más notorios del anonimato que puede llegar a ofrecer el juego en línea es que sus participantes tienden a adquirir una pizca más de valentía a la hora de blufear. Es un hecho que en el poker en línea se blufea mucho más a menudo que en el poker en vivo y es un factor importante a tomar en cuenta.

Cuando estamos jugando en vivo, veremos que mucho más a menudo nuestros oponentes realizarán grandes apuestas por valor.

Entonces, lo óptimo será realizar la adaptación correspondiente a nuestro juego dependiendo si estamos jugando en uno u otro ámbito y así tener mejores posibilidades a nuestro favor.

2) Asimilar el factor varianza

En ambas vertientes estará presente, sin duda. Sin embargo, en relación a la enorme diferencia en el volumen de juego que se puede alcanzar entre una y otra, veremos que el peso de la misma será mucho más significativa dentro del ámbito presencial.

En línea siempre podremos jugar un volumen mucho mayor de manos en un periodo de tiempo significativamente menor, por lo que salir de una mala racha, si estamos haciendo bien las cosas, será mucho más rápido de lo que podría ocurrir jugando en vivo.

De modo que comprender bien este hecho cuando cambiemos entre un ambiente y otro será clave para desenvolvernos exitosamente entre ambos .

3) Adaptarse al nivel técnico del juego

El poker es un juego de personas y como tal, evoluciona constantemente. Es importante comprender que en línea lo hará mucho más rápidamente, debido a la enorme velocidad con la que transcurren las cosas ahí. De modo que con apenas un par de décadas en funcionamiento, el nivel técnico de los jugadores en línea es en promedio, superior al de los jugadores en vivo.

Así que uno de los principales factores a tomar en cuenta, será la necesidad de ir más abajo cuando se inicia la exploración de este mundo virtual.

Un error bastante común que cometen los jugadores es que, si son jugadores ganadores en cash games con apuestas obligadas MXN$25/$50, busquen el mismo nivel equivalente cuando juegan en línea. Se llevarán la no muy grata sorpresa de que las cosas no serán tan sencillas aquí.