Por: José Litvak

Alguien que de esto sabe dijo: “el Poker no consiste en ganar dinero, sino en tomar buenas decisiones. Si tomas la decisión correcta, ganarás dinero» (Annie Duke). Tener información es una de las claves y, su manejo, una habilidad. Ahora bien… ¿Cómo la extraemos?

Con la práctica se aprende a leer el juego de los oponentes y a interpretar lo que se percibe y es necesario armar un perfil de cada uno desde el inicio de una partida. La misión es precisar su nivel, estilo, conocimiento y su experiencia. Cada una de sus acciones exterioriza referencias a decodificar. Luego, la estrategia de juego debe adaptarse a quien tengamos enfrente pero, cuidado, con el tiempo se crean preconceptos y los creemos inamovibles.

Nada es inmutable: los jugadores pueden aprender o cambiar de estilo. Los perfiles que registremos son ideas que deben actualizarse constantemente mediante una observación incesante y atenta a la evolución de cada adversario. Como lo hemos reiterado en muchas oportunidades: hay que estar atento.

“Veo tus ojos, tus manos, veo como se mueven tus dedos, tus gestos, veo todo eso, así que no necesito ver tus cartas”.

LO QUE SE DICE Y LO QUE NO SE DICE

Así como debemos descifrar sus perfiles, ellos estarán haciendo lo mismo: tratando de aprovechar cada retazo de nuestras manifestaciones para utilizarlo en nuestra contra. Por eso, cuanto más conversamos, más posibilidades habrá de dejar escapar información sensible. Quienes son más que aficionados, intentarán hacernos hablar para obtener referencias útiles para ellos (y peligrosas para nosotros). ¿Cómo lo hacen? De muchas maneras, desde las más burdas a las más sutiles. Por ejemplo, preguntas o afirmaciones como: ¿qué tenés?, ¿me mostrás las cartas si foldeo?, ¡me estás bluffeando!, ¡sé que te gano!, etc. ¿Para qué?, y ¿por qué? Porque interesa lo que decimos y cómo lo decimos: las reacciones, los tonos, hacia dónde miramos al hablar (o al callar), etc.

Todo es información y, en manos de un experimentado, puede ayudar a rectificar o ratificar su juego. No hay obligación de responder. Podemos contestar las consultas no atinentes al juego con parquedad, no exenta de cortesía, y evadir las ostensiblemente maliciosas. En estos casos, también “el silencio es salud”. También conviene entrenar las emociones para no transparentarlas mediante gestos o palabras, aun las más banales o las que no tengan relación aparente con el juego. Por esta razón muchos jugadores usan anteojos oscuros o capuchas que limiten la visión de sus rostros.

¿Y vos? ¿Cuál es tu método favorito para no facilitar información?

——————–

Si te interesó este tema y quieres seguir aprendiendo más sobre poker, te invitamos a que ingreses en nuestra en Tienda Online de CodigoPoker. En ella encontrarás una amplia variedad de productos, entre ellos, textos educativos. Pincha en el siguiente banner y estarás un paso más cerca de aumentar tus conocimientos sobre nuestra querida disciplina.