El check-raise es una acción para:
1) sacar el mejor provecho de una muy buena mano,
2) para que un bluff sea más eficaz o
3) para inducir a terminar una ronda y llevarnos ya el pozo.

Para Negreanu , “cuando es usado correctamente, es un arma mortal. Un instrumento poderoso, pero, a veces, controvertido.”

Es una táctica muy potente que puede ejercitarse en cualquiera de las etapas de apuestas. ¿En qué consiste? Simple. El primero en hablar checkea, trasluciendo una imagen de debilidad (sea esto real o no). Si el rival apuesta, le responde con una subida que, por el contrario, pretende exteriorizar mucha fuerza (real o no).

Si aquél foldea, el rédito será mayor que el que habría generado una apuesta frontal, tanto en el caso de ejecutarse con una buena mano, como en el supuesto de un engaño.

Con este movimiento, los bluffs son más efectivos: por el mayor valor a pagar y por el factor sorpresa. Ya no se trata de una apuesta, sino de dos. Si el rival paga, y se logra realmente el mejor juego, se le habrá proporcionado mucho más valor al pozo, pero, si se trataba de un bluff, perderemos más de la cuenta.

También es indicado para neutralizar la desventaja posicional. Actuar último es claramente beneficioso y el check-raise es una buena herramienta defensiva cuando estamos fuera de posición, porque invierte el turno de las acciones.

En pozos multiway, si estamos en posiciones tempranas y con el flop a la vista, resulta casi obligado checkear, para disminuir esa desventaja y, una vez conocidas las acciones del resto, habrá mejores condiciones para decidir la jugada apropiada.

Si conectamos, si tenemos overcards, una mano superior a las cartas comunitarias o draws prometedores, el raise será efectivo, para llevarnos ya el pozo o para limpiar la mesa.

Es más difícil conseguir estos objetivos apostando directamente desde esa posición. Quienes tengan cartas mayores a las del board o manos prometedoras podrían resistir una apuesta directa, pero, difícilmente, lo hagan frente a una resubida.

Claro que, como toda jugada activa, tiene sus riesgos: si luego de checkear nadie apuesta, perdimos la posibilidad de robar el pozo y se conceden cartas gratis al resto. Es especialmente recomendable contra jugadores loose agresivos o maniáticos, que apuestan siempre que alguien muestra debilidad, y para dificultar la lectura del juego, si se la integra al resto del menú de jugadas.

Hacerlo en más de una ocasión le impondrá al resto precauciones mayores para apostar luego de un check, por el temor a que les repliquemos con una subida. De tal forma, obtendremos cartas gratis en más ocasiones que las que nos proporcionaría un juego pasivo.

Pero, cuidado, esta acción debe ser una de las armas de un arsenal variado y no puede ser usada en exceso. Si la proponemos a menudo, nos empezarán a leer mejor y en el poker, cuanto más imprevisibles seamos, mejor.

Otra consideración importante: es imprescindible valorar las pot odds implícitas antes de decidirlo. Y para eso es fundamental apreciar el stack remanente del rival y compararlo con el valor del pozo. Por ejemplo, de nada vale pergeñar un robo o tratar de terminar la mano, porque si tiene pocas fichas, seguramente pagará.

Por José “el Profe” Litvak

Si te interesó este tema y quieres seguir aprendiendo más sobre poker, te invitamos a que ingreses en nuestra en Tienda Online de CodigoPoker. En ella encontrarás una amplia variedad de productos, entre ellos, textos educativos. Pincha en el siguiente banner y estarás un paso más cerca de aumentar tus conocimientos sobre nuestra querida disciplina.