Johnny Chan fue uno de los íconos del poker, al menos antes del famoso boom que surgió con Chris Moneymaker. De origen Chino, Chan llegó a Estados Unidos a los 16 años y poco después conoció el poker, la actividad que se convertiría en  su pasión y lo llevaría a ganar millones de dólares en las mesas de juego.

En los primeros años de juego, Chan era un fumador empedernido pero pronto se dio cuenta de que, además de que el cigarro afectaba su salud, también lo hacía con sus finanzas. Decidió dejar de fumar y mejorar su salud y su esfuerzo se vio recompensando con muy buenos resultados en las mesas.

Cuando dejó de fumar, Johnny Chan encontró lo que sería su amuleto de la suerte y se convertiría en su marca personal en cualquier partida: una naranja. Chan llevaba esta fruta a todas las mesas que jugaba (incluso lo hizo durante su victoria en el Main Event de la WSOP en 1989) con un solo objetivo: combatir el mal olor causado por el cigarrillo en las salas de poker.

Durante años Chan y su naranja fueron inseparables pero sólo se necesito que las leyes prohibieran fumar en espacios cerrados para que Johnny no necesitara más su pequeño objeto fetiche.