BRAZILIAN SERIES OF POKER
Para el infarto: la mano por US$600.000 que sacudió al BSOP Millions
Leandro Zavodini ganó el torneo más caro de la historia de Brasil tras una definición de otro planeta. No se pierdan el video.
A veces el poker puede dejar de ser divertido si los números no nos cierran. Los estados de ánimo jugarán un papel importante para nosotros y para nuestro entorno más cercano. Es clave que a una mala racha no la tomemos como algo personal y que la aceptemos como parte del juego.
Si a la hora de cenar estamos con cara de enojados porque no se dieron los resultados que deseamos, esto afectará a nuestra familia y se trasformará en un trabajo poco saludable. Recordemos que una varianza negativa no es culpa de tu pareja, ni de tus hijos, ni de tus amigos. A su vez, tampoco es bueno actuar con demasiada algarabía cuando el balance es positivo. Lo ideal es el equilibrio y asegurarse de que la gente a la que consideramos importante no sienta que nuestra felicidad está relacionada con el éxito en el poker.
«Cuando ganemos no nos privaremos de nada, pero cuando perdamos, ¿qué pasará?«
Para reducir la presión de ganar, será fundamental separar nuestro presupuesto anual del poker con la de los gastos diarios. Ya que, si entremezclamos el dinero del trabajo con el de las necesidades y el placer, puede resultar una pesadilla: de esta manera, nuestro estilo de vida dependerá de lo que suceda en los paños.
Si nuestra existencia transcurre, exclusivamente por el poker, dedicándole todo el día, podremos tener una vida a nivel pokeril exitosa pero con falencia en la «vida real». Hay que ser equitativo con los horarios y distribuirlos de la mejor manera. La clave de la vida es pasarla lo mejor posible y, difícilmente, tengamos una vida plena estando todo el tiempo frente a una PC jugando sesiones maratónicas.
Dijo alguna vez la profesional española Leo Margets : «Con el poker, o te obsesionas o no vas a conseguir nada».
En resumen, la vida como jugador de poker debe mantenerse separada del resto de la vida. Los problemas cotidianos
no nos deberían perjudicar en las mesas, mientras que las downsing no deberían interferir con el resto de nuestra vida.
Al fin y al cabo, son (o deberían ser) dos mundos paralelos…