Cuando terminó la World Series of Poker del año pasado, Francisco Araujo , el mejor hispanoamericano en el Main Event 2016, había expresado dos cosas: una era que no podría llegar más alto de lo que había llegado -además de lograr un cuarto puesto en el Evento #63– y la otra, que iba a volver. Y Como la WSOP acaba de comenzar, CodigoPoker, lo fue a buscar.
Francisco, el menor, y Gonzalo, el mayor
«Estoy esperando este momento desde hace literalmente un año», fue su primera y rotunda respuesta. «Tuve pequeños objetivos en el medio, pero siempre las mejores metas están en Las Vegas . Con mi hermano Gonzalo, que va a jugar su primer Evento Principal, estamos esperando el momento para salir».
Y es que el haber estado tan cerca de la gloria dejó a Francisco masticando bronca. Aunque sabe que esa experiencia no sólo le enseñó, sino que también le dejó una marca: «Todo lo que sucedió cambió mucho mi juego y también mi confianza», sostiene quien finalizó el 2016 como el ganador del ranking de la Master Cup de Casino Buenos Aires.
No obstante, esta World Series Of Poker lo agarra con más experiencia: «Creo que voy mejor y más preparado», analiza. «Voy a encarar los mismos torneos que el año pasado, ya que me fue bien. Voy a jugar el mismo evento en el que terminé cuarto y también quiero meter mucho volumen en los de mil y mil quinientos dólares, además del Main. Tengo un poco de experiencia en esos torneos y tengo que meterle ahí. Son muchos jugadores y el prizepool es grande».
¡Qué gran foto de recuerdo del 2016!
Otra cosa que también tuvo en cuenta Araujo, que terminó en el puesto 106º del Evento Principal de la temporada pasada, es el armado de su calendario, algo que le pasó factura hace un año atrás: «Armé varios pegaditos», cuenta. «Pero en caso de deep-runnear uno, iré suspendiendo los siguientes. Lo que sucedió el año pasado fue que llegué lejos al torneo anterior al Main Event, entonces se me juntaron y terminé muy muy cansado».
«Para este año voy a aflojar, al menos, con 5 días de anticipación y jugaré menos –asegura–. Los tres días anteriores al torneo más grande, me los tomaré de descanso. El año pasado llegué muy con lo justo y en el Día 5 -cuando quedó eliminado del ME- me ganó el cansancio. Yo estaba para más pero mi cabeza no. Este año no quiero cometer el mismo error», afirmó, muy precavido y más maduro.
En total, este jugador de 25 años jugará siete torneos de la WSOP, con el Evento Principal incluido. Además del Main Event del Venetian y alguno más que se presente por fuera de la Serie Mundial. De paso, renovará la esperanza de aquella pasión que nació hace un año atrás: «Yo creo que un brazalete vale más que un deep-run en el Evento Principal. El brazalete es la espina que me quedó el año pasado. La verdad que es un sueño, tengo muchas ganas de ganar uno. Poniéndolo en la balanza, para mí es más importante. Por más que te vayas 30 de 7.000, no te vas tan contento como si metés el uno en otro torneo».