Se llama Alejandro Lococo , pero la mayoría lo reconoce como Papo MC, seudónimo bajo el que se consagró campeón argentino de la Batalla de Gallos, competencia donde se enfrentan los mejores improvisadores del rap local. Por si no lo conocen, se trata de un estilo de música que se caracteriza por su monotonía melódica y sincopada, pero con letras y rimas generalmente radicales. «Las siglas significan Revolución, Arte y Poesía. Es más un movimiento que un género musical, un desahogo para el que lo hace», aclara para luego resaltar que no es un cantante.
Acostumbrado a los mano a mano en el escenario, y como en este cruce que le ganó a Pablo Harfouche, Papo enfrentó, sin tapujos, el cuestionario que CodigoPoker le realizó hace algunas semanas.
Lococo, con Minervini
-¿Qué lugar ocupa el poker en tu vida en este momento?
-Es una actividad que me encanta, tanto estudiar como jugar. Así que ocupa un lugar bastante importante, pese a que el rap es mi trabajo principal, le estoy dedicando tantas horas que lo convierten en un adicional.
-¿Pero qué llegó primero a tu vida?
-El poker. Primero en forma de juego, con amigos y cinco cartas, y después apareció el Hold’em en ESPN y mi ciudad, Mar del Plata, tuvo el LAPT en 2009, así que fui a verlo. Era fascinante: estaban Humberto Brenes, Dennis Phillips, Moneymaker… Primero entró por los ojos y después me interioricé. A los 16 años fui por primera vez a una mesa cash en el casino y gané. Después me compré un libro («La senda del ganador», de Juan Zubiri) y poco después me empecé a cruzar en las mesas con gente como Manuel Safian, Augusto Hagen o Iván Lucá, y compartir con buenos jugadores te asegura aprender, aunque sea a los golpes.
Tuve algunos buenos cobros online que me hicieron pensar en una veta económica, pero incluso en ese momento buscaba no perder porque ya tenía mi trabajo y me conformaba con jugar, subir de nivel y buscar premios grandes. Mientras tanto jugaba cash en el casino, me iba bien en los torneos de clubes, hasta que me sumé a un equipo de jugadores de cash game online. Y hoy por hoy me interesa más que nada los torneos en vivo, donde arranqué con el pie derecho metiendo mesas finales en distintos Second Chance.
-Y entre toda esa vorágine de trabajo y poker, ¿como aparece el rap?
-Al Rap lo busqué, no apareció. Durante mucho tiempo me entrené para salir campeón de Argentina, pero fui subcampeón 2013 y 2014 y semifinalista en 2015. Siempre me quedaba ahí, algo muy parecido a mi inicio acá en Madero, porque dos veces me quedé al borde del podio y con la vena muy hinchada.
Papo en acción
Fue muy duro todo eso, porque en el camino me decían «mejor buscate un trabajo porque esto no funciona» y me iba deprimiendo. Al mismo tiempo aparecían chicos nuevos, que son buenísimos, y tenía que ir adaptándome porque quería ser campeón. Pero a fines de 2015, por un problema de salud, me empecé a resignar con esta idea, así que, estando mi mujer embarazada, entré a trabajar en una fiambrería hasta que me internaron por un infarto en el intestino y me despidieron sin indemnizarme. Me quedé sin plata y nada para hacer, así que apenas salí del hospital me subí a los colectivos con un amigo para hacer shows de rap.
Eran 10 horas arriba del colectivo, y a veces me cruzaba con gente que antes me veía de traje en la oficina y ahora era un pobre pibe que le pedía palabras a la gente para rimar e improvisar. Pero siempre tuve la convicción de lo que hacía y que iba a ser una herramienta para salir campeón. Pasando la gorra me fue tan bien que pude abrir un local de ropa y empezar a producir eventos, que es de lo que vivo hasta ahora.
-¿Que significó entonces cuando cumpliste tu meta?
-Cuando llegó el día de la Red Bull estaba muy mentalizado y seguro de que iba a lograrlo y ser campeón fue un logro en la vida. Me sentía en deuda con la gente y conmigo mismo porque sabía que tenía lo necesario, pero no me lo podía demostrar y era muy duro convivir con eso.
-Así que sos campeón del Heads-Up rapero…
-Jaja, sí, es 1 vs. 1, pero 2 vs. 2 también compito. De entrada quise ser competidor y no apunté tanto a la música o a lo artístico. No rapeaba pero tenía el buzo que decía Papo MC, y cuando me preguntaban decía que lo iba a usar cuando sea campeón argentino. Ahora sí, arranqué a hacer canciones y rimas.
-Entonces lo tuyo es netamente competitivo.
-Quizás es un problema que tengo. A veces es bueno, pero otras me hace mal a la cabeza, como cuando terminé 15º en la Summer Cup y no podía hablar de la bronca que tenía. Y en el Second Chance de la fecha siguiente de vuelta me fui en llamas por pushear mal 17 blinds desde botón para flipear, en la mesa final, y nunca consideré la ganancia que me dejó siendo apenas mi tercer o cuarto torneo importante. Digamos que prefiero perder en primera ronda a salir segundo.
Lococo jugó la Summer Cup este verano
-¿Y que te dio el poker que pudiste aplicar en el rap? O viceversa…
-El rap tiene mucho de agresión, de intimidar al oponente también desde la puesta en escena. Y así como en el escenario soy agresivo, también intento imponer mi personalidad en la mesa. Por su parte, el poker para el rap me dio mucha más cabeza, planificación de lo que voy a hacer en función a lo que hace mi rival (metagaming del rap). Me volví muy obsesivo con los cálculos: si bien no hay estadísticas predeterminadas, hay selección de rivales, qué técnicas o estilos usar, cuáles son sus virtudes y qué tengo que evitar, etc. Siempre estoy intentando planificar y eso me lo dio el poker.
-Ya que hablamos de imagen, me gustaría que me comentes respecto a lo que viste en estas primeras experiencias en Madero.
-Me gustó la imagen, el juego y la cabeza de Andrés Dos Santos, me pareció un gran jugador. Y me gusta mucho la imagen que da Mario López. Me parece que tiene una muy buena forma de ocultar los tells: levanta bien las cartas, no se apura, usa lentes, gorra y siempre está comiendo chicle para controlar la mandíbula.
-Por lo que comentabas antes, pareciera que sos muy ordenado en tu vida. ¿Te hacés tiempo para jugar online?
-Intento pero es difícil. Ahora estoy pensando en hacer un coaching mental y poder armarme una grilla online rigurosa, porque además de jugador y rapero soy padre, amigo, hermano, hijo y trato de separar muy bien cuando me dedico a una cosa y a otra. No me vas a encontrar con una mesa abierta en el teléfono mientras hago otra cosa. Es tan poco profesional jugar al poker mientras organizo un evento como organizar un evento mientras juego al poker.
Ahora las prioridades son mi familia, el rap y el poker, en ese orden. Como soy productor de eventos intento organizarme las fechas para coordinar con los torneos. Por ejemplo, este año estamos armando un evento en Santa Rosa y como quiero jugar el CAP voy a buscar que coincidan para hacer las dos cosas. Obvio que mi mujer avala este juego, me acompaña y me escucha aunque no entienda, y si llego a una mesa final la invito para que esté conmigo.