El Reino Unido , más específicamente la Comisión de Juego (UKGC), ha impuesto una multa récord de £13 millones, unos 16 millones de dólares, a Caesars Entertainment relacionadas a al juego responsable y transparencia de fondos.

Dicha multa se aplicó específicamente por fallas sistémicas vinculadas con el juego responsable y las prácticas contra el lavado de dinero. A pesar de ser una empresa con sede en Estados Unidos , el Caesars Entertainment administra 11 casinos en el Reino Unido, por eso el UKGC, a través de su presidente ejecutivo Neil McArthur, anunció dicha decisión:

«Hemos publicado este caso en este momento porque es de vital importancia que las lecciones se tengan en cuenta en el trabajo que la industria está haciendo actualmente para abordar las malas prácticas de gestión. Una cultura de poner la seguridad del cliente en el corazón de las decisiones comerciales debería ser desde lo más alto de cada compañía y Caesars no pudo hacer esto».

La multa no fue por una acción en particular sino más bien por un patrón de comportamiento descuidado por parte de la empresa, más específicamente de sus clientes VIP. El ente regulador encontró una «cantidad desproporcionada» de ingresos en efectivo de este pequeño grupo de dichos clientes.

Una de las leyes del país europeo obliga a los operados a monitorear el esquema de comportamiento de sus jugadores para evitar conductas compulsivas y asegurar que se está jugando dentro de sus posibilidades y los fondos provienen de canales legítimos, ambos aspectos parecieran haber sido pasados por alto de manera premeditada.