A Phil Ivey le sigue lloviendo sobre mojado, hace pocos días les presentamos el downswing que ha tenido este año más el casamiento de su ex mujer, y ahora el casino Borgata, el más grande e importante de Atlantic City, Estados Unidos, lo ha demandado por un presunto fraude de $9.600.000 en una partida de Baccarat.
Parece deja vu, pero no lo es, hace un tiempo vimos al californiano envuelto en un problema similar con el casino Crockford de Inglaterra, en donde esta casa de apuestas se negó a pagarle cerca de $12.000.000 tras sospechar que usó un método ilegal para ganar en una partida de limites altos de Punto y Banca, también conocido como Baccarat.
Tras varios meses de investigaciones el caso aún permanece abierto y los detalles más concretos en que se argumentan los hechos es que Ivey utilizo un desperfecto en el corte de las cartas y con ayuda de una mujer asiática podía saber cuándo debía apostar y cuándo no.
Luego de un tiempo el campeón del pueblo dio una entrevista en la que admitió que era capaz de leer las cartas, pero no había hecho trampa. Lo cual causó un gran revuelo porque hubo diferentes formas de interpretar los dichos de Phil, algunos lo consideraron tramposos y otros un genio por descubrir este método.
Ahora y gracias a un reporte del New Jersey Law Journal hemos conocido que el casino Borgata ha demandado a Ivey por una partida de baccarat en el año 2012 en donde el jugador americano ganó $9.600.000 usando una operación similar a la de Londres.
El “Tiger” Woods del poker, nuevamente estuvo acompañado de una mujer asiática, la cual esta vez sí se sabe el nombre, Cheng Yin Sun . Entre ambos llevaron a cabo la misma táctica, en donde la dama, alegando una especie de superstición, le pedía al repartidor (ambos comunicándose en chino mandarín) que diera vuelta ciertas cartas.
Esa táctica la usaron durante varios meses, en cada una de las sesiones Ivey pedía al mismo crupier en su mesa, para comunicarse con la mujer asiática. De esta manera Phil llegó a ganar casi diez millones de dólares.
El casino no sólo interpuso una demanda contra Ivey, además una contra Gemaco Inc, la empresa que fabricó las barajas que se usaron en dichas partidas y de las cuales, supuestamente, el californiano se aprovechó.
¿Astuto o tramposo? Eso lo determinará ahora la justicia y tú qué opinas de este caso.