A pesar del ruido y el pequeño caos que se puede llegar a generar en un poker room o salón de torneo en vivo, se podría afirmar que son espacios controlados donde se ven pocas situaciones de emergencia, pero… ¿Existe algún protocolo si algo atípico ocurre?

Aunque cada establecimiento puede tener sus propias normas y procedimientos, siempre es bueno conocer algún hecho que haya ocurrido para analizar la actuación que se aplicó y si la misma puede ser replicada o mejorada.

Lee Jones contó su experiencia.

Lee Jones , jugador profesional y autor del libro Winning Low-Limit Hold’em, escribió recientemente una columna en la que relató lo que vivió en su habitual partida de cash luego de que ocurrió una emergencia de salud que afectó a otro jugador en el mismo poker room.

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Al parecer, una persona cayó al suelo con algún tipo de descompensación, el personal del casino acudió rápidamente a socorrerlo mientras llegaba el equipo médico, sin embargo lo que le sorprendió a Jones fue la extraña atmósfera que se creó en la demás mesas, entre dealers y jugadores.

Según cuenta, las manos siguieron repartiéndose y sólo escuchó un «es un habitual, espero que los paramédicos lleguen pronto», por lo que confesó que se sintió un poco incómodo ante esa situación. 

«La disonancia cognitiva me estaba afectando. Estábamos sentados jugando mientras este hombre, separado de nosotros por una mesa, aparentemente estaba luchando por su vida. Después de un par de minutos, no pude soportarlo más. Esperé hasta que llegaron los servicios médicos y ya era hora de irme, no podía jugar mientras esta escena se desarrollaba a unos metros de distancia».

Una vez que salió del casino, decidió quedarse cerca y comenzó a preguntarse: ¿qué hay que hacer en estos casos? Por un lado, si los crupieres dejaban de repartir, los jugadores rápidamente se levantarían y habría caos en la sala ¿Dejar de repartir y decirles a los jugadores que deben permanecer en sus asientos? «Esto generaría incomodidad también», asegura.

«En retrospectiva, tal vez no hay una única solución buena. Mantener el status quo significaba orden y paz en la sala de juegos, lo que era que los técnicos de emergencias médicas podían entrar y hacer su trabajo de la manera más fácil y eficiente posible. No pude soportarlo y tuve que irme, pero era una pequeña minoría, si no literalmente la única persona que sentía la necesidad de dejar de jugar al poker».

Por último, Jones concluyó al recordar que en el momento que el jugador se tiró en el suelo, ninguno otro se acercó, sin embargo, lanzó una petición a la comunidad. «Otra cosa. Espero que nunca me veas en el suelo de un poker room, bostezando, tratando de recuperar el aliento y esperando que los paramédicos vengan a salvarme. Pero si alguna vez me ves allí, te pido un favor: acércate a mí, arrodíllate, preséntate, dime que todo estará bien y toma mi mano».