Brendon O’Neal lideró el Día 1A del Texas Poker Open
El estadounidense avanzó como chipleader en el Día 1A del Texas Poker Open, que se juega en el Champions Club de Houston.
Martin Jacobson , el sueco que se coronó campeón del Main Event de la WSOP en 2014, sorprendió al mundo del poker con una publicación que mezcla admiración y crítica. En un mensaje en la plataforma X , el jugador comparó los desafíos del golf profesional con los del poker… y no salió nada bien parado este último.
“Leí un artículo sobre un golfista profesional que debe costear sus viajes y no recibe ni un dólar si no pasa el corte”, escribió Jacobson. “Ahora imagina pagar US$50.000 para entrar, competir con cien veces más gente y que el 99% de los premios esté reservado solo para el top 1%. Bienvenido al poker profesional”.
Martin Jacobson ganó el Main Event de la WSOP 2014 y se llevó US$10M. En su carrera en el poker en vivo ha ganado cerca de US$18M, según HendonMob.
La publicación, cargada de ironía, es también una radiografía del mundo del poker high stakes: altos costos, variancia brutal, premios desiguales y una presión constante. Para Jacobson, seguir una carrera en el golf es “una de las cosas más competitivas y mentalmente exigentes que puedes hacer”, pero optar por una vida de torneos de poker, directamente, “es una locura”.
Saw an article about a pro golfer struggling with the mental swings of the tour – paying travel costs, not knowing if he’ll get paid unless he makes the cut.
Now imagine also paying $50K to enter, multiplying the field size by 100, and having most of the prize pool go to the top…
— Martin Jacobson (@Martin_Jacobson) April 20, 2025
El comentario resonó entre jugadores profesionales y aficionados. Algunos se sintieron identificados, otros lo vieron como una queja privilegiada. Pero más allá del tono, la reflexión pone sobre la mesa una discusión necesaria: ¿es sostenible el modelo actual del poker profesional? ¿Y hasta qué punto la resiliencia mental puede ser una virtud… o una condena?
En un mundo donde los triunfos son escasos y las derrotas la norma, Jacobson lanza una advertencia envuelta en sinceridad: amar el poker quizá no sea suficiente.