ESTRATEGIA
Donk Bet: era un movimiento de fish y ahora lo estudian los pro
Te explicamos algunos escenarios en los que una Donk Bet puede llegar a ser una jugada razonable.
El Players Poker Championship terminó su historia de la peor manera. En 2016 estafó a todos los ganadores de grandes premios y sus organizadores nunca más volvieron a aparecer, excepto para declararse en bancarrota. La historia no solo quedó en el inconsciente colectivo, sino que las mismas salas de Aruba, la paradisíaca isla de dependencia holandesa, redujeron drásticamente toda oferta pokeril que excediera a los cash games.
Tal como explicamos anteriormente, ya que el gobierno local no permite pagos instantáneos superiores a los 10 mil dólares, los organizadores de esta serie acostumbraban a realizar las transferencias semanas o meses después, algo a lo que los jugadores ya estaban acostumbrados. Pero en su última edición esto nunca ocurrió, borraron sus cuentas en redes sociales y, meses después, se declararon en bancarrota ante la justicia estadounidense.
Mientras las víctimas de los EE.UU. decidieron iniciar las acciones correspondientes en su territorio y directamente contra los organizadores y casinos locales a través de los cuales clasificaron, otro de los perjudicados fue el grinder Dorian Ríos , quien inició una causa en Aruba mismo e incluyó al Hilton Aruba Caribbean Resort & Casino donde se desarrolló el evento. El asunto es que Ríos aprovechó para viajar hacia esta isla del Caribe con su familia y pasó un mal trago cuando se acercó a negociar con las autoridades del casino, quienes les adjudicaron toda la deuda, superior a los 50 mil dólares, a Bryan P. Oulton y Thomas “Sandy” Swartzbaugh , los propietarios y organizadores del PPC.
«No solo se negaron a negociar conmigo, sino que además me expulsaron de la partida que me encontraba disputando», declaró el venezolano, quien aseguró que continuará su litigio y consideró que ya no existen garantías para seguir jugando en la isla si no se soluciona el conflicto pendiente con los finalistas del Evento Principal del PPC.
El periodista Brent Philibin dedujo que fueron los siete finalistas quienes no recibieron su premio y que el ganador del 2015 (Vincent Fiorenza ) también esperó casi un año para cobrar, mientras que tampoco recuperaron su dinero aquellos que debían recibir reembolsos por gastos.