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[EN VIVO] Sigue el Main Event de la Gran Final el CAP Rosario
Con un buy-in de US$400, hoy es un lunes doble que tiene el Día 1D y el 1E Turbo y que dejará definido el field.
El vecino de Piedra Buena se llama Antonio Miranda, y aseguró haber ganado 100 millones de pesos en un slot del Casino Club de Río Gallegos , hecho que casi ya llevaba más de dos años sin resolverse, denuncias y con abogados de por medio.
Todo empezó cuando Miranda viajó a la ciudad patagónica a hacer trámites y, según contó, ese 7 de julio del 2022, a las 12 fue a jugar al casino, y la máquina en la que estaba haciéndolo le mostró que había ganado la mencionada cifra tras haber apostado $6.000. Según las palabras del damnificado, “viene uno de los asistentes de sala a felicitarme, iban a traer los papeles para tomar los datos, cuando aparece la jefa de sala y me dice que no es válido y me apaga la máquina”.
Miranda tomó la precaución de sacar una fotografía al slot indicando el premio millonario, y luego presentó una denuncia en la Comisaría 1º de la capital provincial y en Defensa del Consumidor. Como el casino continuó con la negativa de reconocer lo ganado, el obrero acudió a un abogado que estuvo llevando el caso adelante.
El letrado, Gustavo Insaurralde, afirmó que “lo que le pasó al señor es lo que ha pasado en varios casinos del país, donde el señor gana 100 millones de pesos. Vino a jugar de buena fe, estuvo apostando 10 minutos y en ese momento la máquina la da el importe de 100 millones, y tenemos fotos de eso”.
Pasó el tiempo y el reclamo continuó. El abogado incluso llegó a decir que su cliente se había quedado sin trabajo y “el casino no muestra un poco de empatía por la situación de esta persona que apostó su dinero en la empresa”.
Finalmente, la empresa prefirió no seguir adelante con la demanda en su contra, que ya había derivado en un juicio de inminente comienzo, y le un monto de dinero a Miranda, reconociendo que el hombre efectivamente había jugado y ganado. La plata que cobró se mantiene en secreto por un acuerdo de confidencialidad entre las partes. “No es para tirar manteca al techa, pero sirve”, le dijo Antonio al medio Red43 desde Formosa.
El doctor Gustavo Villlaverde, quien terminó representando a Mirando, explicó que “pocos días antes que comience el juicio, la empresa llamó y ofreció un acuerdo. Pensamos que era conveniente para mi cliente y por eso aceptamos. Firmamos un convenio de confidencialidad, Antonio recibe un dinero y el juicio se termina”.
El abogado dijo que “nosotros presentimos que podría haber algún llamado, algún cuerdo, pero seguíamos adelante con el juicio. Creo que se hizo alguna gota de justicia sobre el caso porque reconocieron, no explícitamente pero de alguna manera, que Antonio tenía razón en su demanda. En esta negociación jugaron muchas cosas en contra. El tiempo que iba a durar la demanda porque los tiempos de la justicia son otros y muchas otras cosas. Así que lo penalizamos y se terminó aceptando la oferta”.
Fin. Por fin.