En marzo, Adam Lulat ganó el £1.110 NLHE Main Event del Grosvenor UK Poker Tour Manchester por £68.930 (unos US$95.000), el mayor premio de su carrera luego de haber sumado apenas 17.000 verdes en torneos, superando un field de 241 participantes. Probablemente orgulloso, el británico comenzó a figurar en los portales y hasta la idea de arrancar una promisoria carrera le pudo haber dado vueltas por la cabeza. Sin embargo, apareció el fisco y…

Le confiscaron todo su premio. Eso se debió a que Lulat se había declarado con falta de activos y sólo pagado una libra de una condena por 40 millones tras haber sido encontrado culpable de formar un grupo de estafadores que se dedicaban a lavar dinero. Lulat pasó un tiempo en la cárcel y, luego de quedar libre, reanudó su vida apoyándose en el poker para lograr ganar algo de efectivo.

Lejos de perderle el rastro, el gobierno británico se mantuvo cerca del jugador, paciencte, y apenas éste sumó un cobro grande, fueron por él. «Lulat pensó que había ganado el torneo, pero nosotros tuvimos la mejor mano al final», dijo un oficial del Her Majesty’s Revenue and Customs, algo así como el fisco británico.

«No permitiremos que defraudadores de impuestos como Lulat disfruten de sus ganancias hasta que hayan pagado lo que le robaron al contribuyente. HMRC perseguirá implacablemente a los delincuentes por sus ganancias mal habidas».

Moraleja: el que las hace, las paga.