A Phil Hellmuth se lo suele ver enojado cuando pierde una mano, porque siempre, siempre, acusa al rival de haber hecho la ilógica y por eso se llevó las fichas. Nunca un error propio, probablemente tampoco la fortuna son los responsables. Esta vez, su ira se generó por un motivo más noble y verdadero: el dueño de 14 brazaletes WSOP fue la voz de los jugadores en un reclamo válido.

«Todos los deportes principales (NBA, NFL, MLB) están detrás de la legalización de las apuestas deportivas, y todos ellos se beneficiarán con ello. Pero, ¿cómo se pueden legalizar las apuestas deportivas online sin legalizar el poker online (claramente, con más habilidades que las apuestas deportivas)? ¡Ahora es el momento de legalizar el poker online!«, escribió en Twitter.

Sus palabras seguramente se generaron a partir de que la Corte Suprema de Estados Unidos les diera luz verde el lunes a sus Estados para permitir las apuestas deportivas. El tribunal confirmó la legalidad de una ley estatal de 2014 que las autorizaba pero solo en los casinos de Nueva Jersey y las pistas de carreras de caballos, y anuló la Ley federal de protección de deportes profesionales y aficionados. Algunos estados ven las apuestas deportivas, como las loterías, como una fuente potencialmente importante de ingresos fiscales.

¿Y el poker online? Estados Unidos, tímidamente en algunas regiones, le abrió las puertas nuevamente, pero es hora de que ese reguero de agua se transforme en catarata.

Ya transcurrieron más de siete años desde el Black Friday. ¿Quién se hubiera imaginado que iba a pasar semejante lapso sin haber regularizado la situación?

Hellmuth, esta vez, tiene razón.