LATINOAMERICA
CDP de Lima: ahora se vienen las mejores manos
El Main Event del Círculo Dorado de Poker superó su garantizado al término de sus ocho vuelos iniciales; este sábado larga la recta final al título.
Algunos especialistas en psicología afirman que los seres humanos ser rigen según las emociones y esta teoría cobra vital importancia en las mesas de poker donde un componente así puede llegar a determinar las ganancias y perdidas.
Por otro lado, ciertos estados emocionales causan acciones y estas pueden ocasionar distracciones a la hora de tomar decisiones en un spot decisivo que podría bien costar la participación en un torneo o un gran bote en cash.
Recientemente, Jared Tendler , unos de los coach mentales más reconocidos de la industria, abarcó este tema y aseguró que se puede entrenar la concentración para ser menos propenso a dejarse absorber por las emociones.
«Antes de empezar a entrenar tu concentración, primero tienes que asegurarte de que las emociones no son la causa principal de tu distracción. El miedo, la ira, el exceso de confianza o la falta de confianza pueden crear problemas de concentración. Si te distraes con facilidad, lo primero que debes buscar es conocer la intensidad de tus emociones».
Afirma que la llamada Ley de Yerkes-Dodson, es un principio científico que se puede aplicar en el poker ya que describe la relación entre emoción y rendimiento. Cuando las emociones son demasiado altas o demasiado bajas, no se puede alcanzar el rendimiento óptimo.
«Si las emociones son demasiado intensas, tienes que esforzarte por identificar y resolver el defecto subyacente que las provoca. El miedo puede hacer que revises obsesivamente Twitter o busques en los lobbys un juego mejor. El exceso de confianza puede hacer que te aburras y te concentres menos. Para concentrarte mejor en ese escenario, primero tienes que reducir esa emoción y a veces eso es suficiente, otras veces aún necesitas reentrenar tu mente».
Tendler recuerda que poder identificar y controlar las emociones es solo el primer paso, luego que se han trabajado en ellas y se ha notado algún progreso, es hora de trabajar la concentración.
«Profundizar en la concentración puede aproximarse a cómo entrenar los músculos. En primer lugar, debes evaluar tus capacidades actuales. Comprueba cómo mantienes la concentración, con qué frecuencia surgen distracciones, con qué rapidez te recuperas tras una distracción, cuántos descansos haces, cuándo y durante cuánto tiempo. Una vez que sepas dónde estás, puedes empezar a entrenarla».