Una reciente investigación periodística en México ha revelado cómo varios de los fondos públicos desviados en uno de los mayores escándalos del país fueron a parar a juegos de azar y casinos.

Con el ocurrente nombre de «La Estafa Maestra» se dio a conocer, en 2017, un trabajo que reunió a diversos medios de comunicación mexicanos para sacar a la luz un acto de corrupción que involucró a 128 empresas fantasma que desviaron más de 400 millones de dólares a través de una red con la ayuda de 11 dependencias del Estado, ocho universidades públicas y más de 50 servidores públicos de distintos niveles de gobierno.

Esta semana, tres años después, se han dado a conocer nuevas piezas en las que se afirman que 205 millones de pesos fueron usados en casinos, propiedades y compras. Del monto total, 190 millones de pesos fueron gastados en apuestas y envíos al extranjero. Emilio Zebadúa , por ese entonces funcionario público y titular de Sedesol y la Sedatu (dos dependencias federales ligadas al desarrollo urbano y bienestar social), es el principal responsable de esta acción junto a sus hermanos.

«Emilio Zebadúa, brazo derecho de Rosario Robles, le entregó 190 millones de pesos a sus hermanos presuntamente de la arcas de Sedesol y Sedatu para gastarlos en apuestas y envíos al extranjero; y él mismo gastó 14 millones de pesos sólo con una tarjeta de crédito American Express. Zebadúa tiene un domicilio registrado en Cuajimalpa de Morelos, mismo que comparte con su hermana Lourdes Zebadúa, quien gastó 58 millones de pesos en casinos, entre 2017 y 2019», informó el sitio web de Animal Político, quienes han estado a la cabeza de dicha investigación.

La magnitud de estas acusaciones han llegado a involucrar al expresidente de México, Enrique Peña Nieto , y a Rosario Robles , alta funcionaria que ya fue procesada. Ahora, Zebadúa busca protección de la Fiscalía General de la República al declarar que está dispuesto a colaborar y entregar información que ayude en la investigación del antiguo mandatario mexicano.