TV SHOW
El mago no encontró la magia y perdió un pozo de US$323K
Antonio Esfandiari volvió a las mesas televisadas y a pesar de que sus poderes fallaron una vez, al final de la noche fue el máximo ganador.
Todos recordamos la apuesta de la bicicleta, ¿verdad? ¿No? ¿En serio? Hagamos un breve resumen: Dan Bilzerian le apostó a Bill Perkins que podía recorrer en bici el trayecto que unen el cartel de bienvenida de Las Vegas y su casa, en Los Angeles , en menos de 48 horas. Tras un mes de preparación lo logró en solo 30. A todo esto Brian Rast dijo «yo también puedo hacerlo» y al día siguiente se embarcó en esta aventura. Hoy, gracias a PokerGO, podemos saber exactamente que pasó por su cabeza durante todo el proceso.
Stories from The Felt es una serie de mini documentales que nos meten dentro de maravillosas historias del mundo del poker. Hace algunos días presentamos una sobre la creación de que cambió el mundo del poker para siempre.
Volvamos a la apuesta de Rast. Al momento que la hizo, el coach le sugirió que se saliera…
Llamé a Dan y quise comprar mi salida. Lo hubiese hecho por US$5.000 o quizás US$10.000, pero el dijo NO.
Una de las últimas cosas que me dijo dan fue: «Bueno, al menos puedes tratar de hacer un intento universitario«. Literalmente me dijo que no tenía chance. A estas alturas, ya estaba muy nervioso.
El domingo 24 de abril del 2017, a las 19:30 de Las Vegas, comenzó la aventura. Perkins recuerda «apenas arrancó, se cayó. Ahí pensamos -Oh, dios, no hay forma de que lo logre-«. Sin embargo, Rast siguió y siguió y el pensamiento de Bill pasó a ser «No me gusta esta apuesta…».
Llegar a Mountain Pass fue un gran momento. Me sentía súper cargado, súper feliz. «¡Lo Tengo!».
Doce horas después de comenzar el calor del desierto se empezó a sentir y las óptica de Brian cambió, radicalmente.
Mi ritmo comenzó a bajar. Comencé a tomar breaks con más frecuencia, mi trasero y mis piernas me dolían; no estaba haciendo el tiempo que me permitiría llegar a la meta para la fecha límite y comenzó a afectar mi humor.
Hubo un break en el que me encontraba muy irritado y mi esposa se enojó por ello. Recuerdo que estaba en la van y rompí en llanto.
Rast recuerda que estaba dejando todo lo que tenía, pero así y todo no sabía si llegaría. Pero a mitad de camino, después de una hora y media o dos de descanso, comenzó a pedalear de nuevo con energía y en ese momento Perkins y compañía, quienes habían apostado que no lo lograría y ya contaban sus billetes, pensaron «Dios, ¡estamos muertos!». De hecho llamó a Dan y quiso venderle toda su acción…
Al llegar a El Gran Cañón y con solo ocho horas para alcanzar la meta, Brian comenzó a tener problemas en su rodilla izquierda. Antonio Esfandiari , quien había apostado a favor del ganador del Super High Roller Bowl 2015, buscó un médico que fue a darle una inyección de cortisol en la mitad del camino. En este punto, Rast ya tenía una gran cantidad de droga en su cuerpo y todo esto, sumado al terrible calor y el agotamiento, generaron que le diera un ataque de pánico al entrar a Los Angeles .
Eso (el ataque) redujo bastante mi velocidad. Necesité 45 minutos para descansar. Mi esposa, quien se había trasladado hasta la casa de Dan esperando mi llegada, volvió hasta donde me encontraba y ella, quien había sufrido este tipo de cosas en el pasado, me tranquilizó y me ayudó a volver a la bicicleta.
Las últimas 20 millas sabía que estaba cerca y las últimas 5, ya en Beverly Hills, las subidas eran tremendas. Dan manejó hasta donde me encontraba y trató de comprar su salida de último momento. Me decía cosas como «viejo, sé que estás cansado. Esto se puede terminar ahora, igual no lo lograrás».
Yo estaba en un lugar raro a nivel mental, tenía que empujarme solo un poco. Y después de que Dan viniera y me ofreciera esto pensé «no hay chance de que no termine».
A la hora 47 del desafío, 26 de abril a las 18:30, lo logró.
Hay cosas en la vida que son muy duras y llevan mucho más tiempo; no quiero comparar esto con el esfuerzo que le he puesto a mi carrera, mi matrimonio o criar un hijo. Pero en términos de «haré esto en uno o dos días» y ponerme en modo grinder, fue lo más duro, por lejos, que he enfrentado en mi vida.