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Poker a beneficio de los afectados por la DANA en España
El torneo BAP de Sevilla destinará parte de lo recaudado a las víctimas del desastre natural que afecta a gran parte de la población española.
Ser jugado poker online hoy en día no es fácil. Además de enfrentarse a un ecosistema cada vez más difícil de batir, también representa un entorno en el que las estafas y los fraudes están a la orden del día.
Aunque las plataformas en línea estén permitidas –dependiendo del país en el que se resida–, depositar dinero para la banca y posteriormente el retiro de las ganancias se puede tornar en una tarea complicada debido a algunas restricciones que tienen las entidades bancarias con respecto al uso de sus tarjeta en los considerados juegos de azar.
Para tratar de solventar este inconveniente se han creado mercados y agentes, práctica casi tan antigua como las mismas salas, que brindan la posibilidad de colocar fichas en las cuentas de los jugadores. Al no estar regulado, es la misma comunidad que avala o desacredita a ciertos emisores y así poder dar garantía, según la experiencia del otros usuarios, de la confiabilidad de una opción en especial.
Recientemente en el foro de la Comunidad de Poker México un usuario compartió un correo electrónico donde la sala PokerStars notificaba que había un saldo negativo US$ -59,33 que debía ser cubierto mediante alguno de los métodos de depósitos disponibles.
Ante este interrogante, varios usuarios explicaron que sí es posible deberle a la sala así como los motivos para que esto ocurra. Aunque existen múltiples motivos, el principal se debe al usar una tarjeta que ha sido robada o clonada: una vez que procede el reclamo por el banco, el monto utilizado es descontado de la cuenta así este ya haya sido jugado.
Las llamadas divisas clonadas o que no se pueden usar para jugar es una de las prácticas más habituales en este modo de fraude, es por ello la importancia de conocer la procedencia de dichos fondos.
Existen muchos métodos que son aceptados por las salas, por vía de terceros, como monederos, tarjetas recargables o depósitos en efectivo en tiendas de conveniencias que pueden evitar una procedencia dudosa de fichas de juego.