Durante el último EPT Chipre , Toby Stone , director de torneos de los eventos en vivo de PokerStars, se encontró en el centro de la polémica debido a una decisión crucial durante una mano del Eureka High Roller de US$2.200 que generó intensas discusiones en las redes sociales.

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Los protagonistas, Merijn van Rooij y Maan Hachem se vieron envueltos en una situación polémica que incluyó cartas recuperadas del descarte tras una apuesta all-in y un call. Con alrededor de 60.000 en el pozo y un board 3 2 8 7 J, Van Rooij mandó una apuesta y Hachem igualó con sus últimas 17.200 fichas.

Maan Hachem tuvo que acatar la decisión del director.

Van Rooij mostró sus cartas: K K. Hachem mantuvo sus naipes boca abajo, pensando que Van Rooij tenía un posible color con K J. El repartidor colocó las cartas de Hachem en el descarte, donde aún eran fácilmente recuperables. En ese momento, Hachem se dio cuenta de que podía vencer a un simple par de reyes y declaró que tenía set de dos.

La confusión se apoderó de la mesa cuando la decisión inicial fue que la mano de Hachem estaba muerta por haber entrado al descarte. Sin embargo, algunos jugadores, incluido Hachem, argumentaron que en situaciones de «all-in» y call, las cartas deberían mostrarse.

Papo MC fue campeón en este mismo EPT Chipre 2023.

Inicialmente, un miembro de la dirección de torneos declaró la mano como muerta y al jugador como eliminado. Sin embargo, la comunidad de jugadores estuvo dividida en cuanto a la decisión correcta. Ante la confusión, Stone explicó su intervención a través del blog de PokerStars: «Hay dos reglas aquí que hay que considerar. Una es que cuando las cartas están descatadas en el mazo, están muertas y no puedes sacarlas. Pero la otra regla es que una mano all-in no puede ser descartada».

Stone argumentó que aunque la mano estaba en el mazo de descartes, los naipes eran claramente recuperables, ya que estaban encima del mazo. Criticó al crupier por no proteger adecuadamente la mano all-in y afirmó que, de haberse hecho correctamente, las cartas hubiesen sido mostradas y Hachem habría ganado el bote. «Todos cometemos errores, y está bien. Un crupier a veces comete errores. El crupier debería haber protegido la mano para que no entre en el mazo descartado».

De no haber sido las cartas que el jugador aseguraba tener, «entonces su mano estaría muerta». «Tendríamos que admitir que estábamos equivocados y no eran claramente recuperables –agregó Stone–. Teóricamente eso podría suceder, pero es muy poco probable porque no estamos recuperando esas cartas a menos que estemos 100 por ciento seguros. Si hay alguna sombra de duda, simplemente no se recuperan».