Muchas veces, uno se pasa la vida esperando a esos benditos ases que por dentro, cuando estás sentado ahí en la mesa, te hacen sentir esa satisfacción incomparable. Sin embargo, la tranquilidad que a veces otorga tener la mejor mano pre comunitarias muchas veces nos hace terminar con los pelos de punta.

Eso pasó en el European Poker Tour de Praga , República Checa, el último de la historia, donde el Main Event nos volvió a dejar una de esas manos para agarrarse la cabeza.

All-in preflop, un call, el par de ases A A que aparece para enfrentar a K Q y un final runner-runner que ya muchos se imaginarán. Ah, claro, y el infaltable jugador dominado que sobreactúa: «Agarro mi ropa, junto mi botella, me paro y me voy, si total no voy a armar el milagr…».