La industria del juego está sufriendo varias modificaciones en México y al mismo tiempo que una parte del sector es amenazada, otra está encontrando áreas de oportunidades y crecimiento.

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La reciente reforma del Reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos ha generado un cambio radical al prohibir la entrega de nuevos permisos y la renovación de los existentes para las máquinas tragamonedas en casinos. Esto ha dejado un futuro incierto para las salas de juego físicas que podría terminar en un cierre masivo.

Uno de los tantos operativos contra las máquinas tragamonedas en México.

Sin embargo, mientras el sector físico enfrenta una crisis potencial, los operadores de juegos en línea vislumbran un horizonte diferente. Con las nuevas disposiciones gubernamentales, se espera que los jugadores migren hacia los casinos virtuales, anticipando un crecimiento del 70% en los ingresos para los próximos tres años.

Según algunas cifras mostradas por medios locales, antes de la reforma de ley las proyecciones de ingresos para el 2027 eran de US$ 3.490 millones. Ahora, con el cambio normativo, se estima un incremento que alcance los US$4.630 millones.

«La ventaja de ser un casino en línea es que estas disposiciones no nos estarían afectando, de tal manera que las posibilidades de crecimiento son muy grandes, incluso prevemos que entrarán nuevos competidores dadas las complicadas condiciones a las que se están enfrentando los casinos físicos», comentó Bernardo Verdejo Landeros , gerente de marketing y fidelización de la división online de Strendus al periódico El Financiero.

La penetración actual de usuarios en el mercado de juegos de azar en línea es del 17.3%, pero se espera que aumente con la expansión de la cobertura y el número de usuarios con smartphones. Según Statista, se proyecta que los usuarios de casino en línea alcancen los 31.6 millones a finales de 2028.

Todo apunta a que el sector del juego en línea se prepara para un florecimiento sin precedentes en tierras aztecas, aprovechando las oportunidades que presenta un entorno regulatorio claro y propicio para nuevas inversiones.