TV SHOW
El mago no encontró la magia y perdió un pozo de US$323K
Antonio Esfandiari volvió a las mesas televisadas y a pesar de que sus poderes fallaron una vez, al final de la noche fue el máximo ganador.
No hay dudas de que para aguantar toda una jornada de poker hay que tener conducta y disciplina. Aunque llegue un momento en que los huesos de allá atrás empiecen a pedir un paréntesis, lo mismo que las piernas. Pero hay momentos y momentos para levantarse de la silla. ¿No, Ezequiel Waigel ?
Se sabe, cuando es tiempo de burbuja, hay que mantenerse en la mesa hasta que explote y se abra la lista de cobros. También que en esos momentos, el grito de «hay un all-in», genera que la curiosidad mande que se debe estar en el lugar del hecho. Eso nos sucede a los periodistas. ¿Y a los jugadores?
Una situación insólita ocurrió en el Main Event de la WSOP en San Pablo : por no respetar las indicaciones de la organización de mantenerse en su asiento, fueron suspendidos cinco jugadores, entre ellos Waige, ganador del Evento #25, y Luiz Gustavo Camargo .
Los jugadores estaban esperando para conocer el nombre del bubble boy o girl, cuando Djennifer Muller mandó su resto contra Ademir Da Guia Jr (hijo del Ademir, jugador de Palmeiras; actuó para Brasil en el Mundial de fútbol de 1974). Y el salón entró en estado de hervor.
En ese momento se frenó la acción para que se terminaran de disputar las otras manos, y se metió Waigel, y después asomó Camargo un profesional de la lengua… (no para de hablar). Como ya había anunciado el director que no se podían meter, y que solo quedase la prensa alrededor de esa mesa, suspendió primero al brasileño y después al argentino. Y luego a tres jugadores locales más. La drástica medida sorprendió porque ese tipo de acciones se suele dar en los torneos; de hecho hubo protestas. Sin embargo, como un árbitro estricto que cobra penal ante el menor roce, los cinco vieron amarilla.
Muller ganó con reyes vs. nueves y la burbuja se hizo esperar un par de rondas más. Todos volvieron a jugar apenas dos bubble boys dejaron el torneo. Y prometieron portarse bien. La tarjeta roja está sobrevolando sobre sus cabezas…