La World Series of Poker es, para muchos, el sueño total. Llegar allí y jugar, más allá del resultado alcanzado, es la meta máxima. La experiencia de una vida. Sin embargo, otros lo viven de manera distinta. En especial una persona como Daniel Negreanu , que la juega hace décadas y que tiene objetivos diferentes a los de los simples mortales como nosotros. Y en su última entrada al vlog lo retrata a la perfección.

¡Ya llegarán nuevos, crack!

Negreanu viene de quedar segundo y tercero en dos eventos de la WSOP, todo en solo ocho días. Cualquiera de nosotros estaría extasiado, al borde del nirvana. Pero para un jugador de la talla de él, que se ha propuesto sumar tres brazaletes éste verano, la frustración está a la vuelta de la esquina.

Tras perder el heads-up con Abbe Mosseri, sin haber podido ganar una de las cuatro manos que duró, un Daniel visiblemente dolido por la situación habla sobre una situación particular. Los llamados «amuletos de mala suerte».

Recuerda las épocas en que Johnny Moss y gente de la vieja época maldecían a sus esposas por traerles mala suerte. Realmente eran crueles, las acusaban traerles mala suerte.

Negreanu jamás se permitió pensar así, pero la mente te puede jugar una mala pasada. En 2016 comenzó a salir con la bella rubia que ven en el video y, creer o reventar, el canadiense perdió dinero jugando torneos. Algo que no había sucedido en los últimos 20 años. ¿Casualidad?

Lo importante para él es identificar estos pensamientos y darse cuenta que una cosa no tiene que ver con la otra. Jugando bien, los brazaletes llegarán. Así ha sido siempre y siempre lo será.