URUGUAY
Iago Botelho se quedó con el Super High Roller del Enjoy Poker Tour
El brasileño superó una durísima mesa final para quedarse con el último trofeo de la serie.
Después de obtener un sonoro triunfo en el Evento Principal del “Summer Deep Stack Series”, disputado en agosto en el Seminole Hard Rock Casino de Tampa Bay , el profesional antioqueño Daniel Ramírez siguió dando pasos firmes en su gira de competencias por los Estados Unidos . Fortalecido en su confianza por los 54.000 dólares que ingresaron a su cuenta en aquella ocasión, el paisa salió a buscar la gloria de nuevo en distintos eventos del Borgata Poker Open, apuntándole especialmente a la parada del World Poker Tour (WPT) que sería el Torneo Central de dicho festival.
Ramírez no tardó en generar suceso en el poker-room de este legendario casino situado en Atlantic City . El 18 de septiembre, en el Evento #12: NLHE u$d 560, Daniel logró figurar como chip-leader al jugarse el nivel 11, cuando permanecían activos 19 de los 211 jugadores que habían hecho su registro en el torneo. Para ese momento, el colombiano ya tenía la tranquilidad de estar entre los 27 jugadores que pasarían por taquilla para tomar su parte correspondiente del pozo de 105.500 dólares que generó esta cita estratégica. Lamentablemente, la varianza no le sonrió a Daniel en las definiciones más cruciales y en aquella ocasión finalizó en el puesto 12, fuera de los cobros significativos, con una pírrica recompensa de 1.330 dólares. El torneo tuvo como campeón a Richard Corley , quien se aseguró un premio de 28.655 dólares al vencer en el heads-up a Craig Varnell , quien a su vez facturó por 16.885 americanos.
Sin embargo, Ramírez tardó muy poco en reconciliarse con la victoria. Al día siguiente tomó parte de un torneo lateral de la modalidad Survivor, en el que consiguió el cobro mayor, embolsándose 5.000 dólares. Y así llegó la cita más esperada en los paños del Borgata: la parada del WPT, el Evento Principal, con un costo de registro de 3.500 dólares. Daniel tuvo un running imparable en el Día 1C del certamen, momento para el que había reservado su intento de clasificación a las instancias definitivas. Un juego agresivo y la habilidad para escoger los mejores spots a la hora de rentabilizar sus movimientos, le permitieron al paisa avanzar en el top 5 de un grupo aproximado de 200 clasificados al Día 2, lote al que quedó reducido el inmenso field de 1.027 jugadores que estuvieron en busca del pozo de 3.290.100 dólares que estuvo en juego.
El segundo día de su gran aventura en los paños del Borgata fue mucho más complicado de superar: “Estuve en una mesa en la que el nivel fue altísimo, donde un solo error te podía costar el trabajo del día anterior. Nadie quería dar ventaja hasta asegurarse en los cobros y de ahí en adelante fue mucho más exigente, si uno piensa que todos queríamos quedarnos con el premio de más de 700.000 dólares que estaba en juego para el campeón”, le comentó Daniel a CodigoPoker en unas breves líneas de chat durante el break de cena de aquel día. Con solidez, Ramírez llevó su stack a los 260.000 puntos, manteniéndose superior al promedio de la competencia, y aseguró su presencia en el Día 3, teniendo además la certeza de que pasaría de nuevo por taquilla.
Para el Día 3 del torneo, el paisa supo que la única forma de perfilarse hacia una opción real de estar en la mesa final sería jugarse a todo o nada en el spot adecuado. Y supo identificar el momento cuando, después de abrir con un KJ en posición, encontró un flop en el que el rey le sonreía en medio de un rainbow que no tenía por qué infundirle temores ante el único oponente al que enfrentaba en la mano. El rival se jugó con su KT y Ramírez no tardó en completar la apuesta para que terminaran all in. A pesar de tener probabilidades tan favorables, Daniel tuvo que dejar libre su asiento cuando un infortunado 10 cayó al paño como quinta carta del board. Se despidió en puesto 52, con 10.191 dólares a su favor para tratar de pasar un poco el sinsabor de ese riverazo. David Paredes fue el campeón de este World Poker Tour Championship, quedándose con 723.227 dólares como premio. James Gilbert fue su oponente en el heads-up y se embolsó 434.598 de los verdes por su actuación.
Tras pasar la página de su primera incursión en un evento oficial del circuito mundial, Ramírez fue en busca de una nueva oportunidad para tentar a la gloria, y pudo tenerla al clasificarse al WPT del Maryland Casino, con un costo de registro de 3.500 dólares, alcanzando su cupo mediante un satélite de 400 dólares. Entonces tomó rumbo a Baltimore donde, aunque no tuvo un buen running y se despidió con relativa rapidez del Evento Principal, su juego pudo brillar en el desarrollo de un torneo lateral de 570 dólares, en el que tomó el liderato cuando quedaban 18 competidores activos de los 151 que tomaron acción en el certamen. El paisa estuvo indomable y se mantuvo en ese puesto de vanguardia hasta cerrar un deal cuando se jugaba el 3-handed, para quedarse con 17 mil dólares como botín.
Después de estas exitosas incursiones por la Costa Este de los Estados Unidos , Daniel decidió atravesar a lo ancho el país de las barras y las estrellas, para llegar así a la Meca del poker, Las Vegas Nevada , donde siguió sumando experiencia y aprendizaje. Estos últimos días de su viaje fueron más para compartir con su esposa Melissa, su reina de corazones, que para seguir al exigente ritmo que se vive en las mesas. Y bien merecido está que celebre con la dueña de su inspiración, tras conseguir una seguidilla de éxitos tan notoria como ésta con la que extiende su magnífico desempeño en el Evento Principal del LAPT Perú, donde llegó al podio, convirtiéndose hasta ahora en el colombiano que mejor posición ha alcanzado en las 5 fechas del circuito latinoamericano que se han disputado en este 2015.
Daniel demostró un gran crecimiento en su juego además del carácter y la valentía con la que ha salido a emprender esta gira, apoyado en la inmensa convicción de que sus capacidades estaban listas para codearse con la élite del poker mundial, como lo ha comprobado. Lo hecho por Ramírez hasta ahora es más que meritorio y representa un sinónimo de orgullo para el poker colombiano, que puede encontrar en sus actuaciones la evidente referencia de que cualquier competencia está al alcance de nuestros representantes si la afrontan con dedicación, estudio y constancia en la práctica de esta exigente disciplina mental.