Este martes el gran Damián Salas hizo historia para el poker latino tras ganar el Main Event de la World Series of Poker en República Checa tras superar en el mano a mano al brasileño Brunno Botteon . Un heads-up muy interesante que tuvo ese toque especial de enfrentar a Brasil contra Argentina. Pues bien, por un par de factores azarosos este duelo estuvo muy cerca de no realizarse.
El primero de ellos fue una mano que lo tuvo al borde de la eliminación cuando restaban 23 jugadores, todavía en formato online en GGPoker. En ciegas 30K/60K y ante 6k, Botteon subió a 120K, su oponente resubió a 350K en la SB y el brasileño disparó all-in por 1.4M y recibió un insta-call.
Bruno: 10 10
Villano: Q Q
Su decepción pasó rápidamente a euforia al ver el flop A J 10. Pero un 6 le dio más outs a su rival, aunque el 8 completó el board y con esto Bruno respiró aliviado.
El abrazo entre Damián y Bruno que llenó de orgullo al poker latino y que estuvo muy cerca de no darse.
Su preocupación volvió cuando restaban sólo 11 jugadores y él estaba con 7 ciegas. Fue en ese momento en el que las cartas comenzaron a sonreírle y terminó entrando a la mesa final como líder en fichas.
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Casi se queda abajo del avión
De los 9 finalistas, sólo tres tenían que recorrer una gran distancia para llegar a la mesa final en el King’s Casino de Rozvadov, una ciudad ubicada muy cerca de la frontera entre República Checa y Alemania. Y ya sabemos que con esto de la pandemia tomar un avión y cruzar de país es una jugada complicada. El chino Peiyuan Sun literalmente no pudo salir de su país, y se quedó fuera de la definición. Damián, por su parte, tuvo que hacer un viaje desde Argentina con escala en Frankfurt antes de llegar a Praga y de ahí a la ciudad de Rozvadov, separadas por 172 kilómetros.
El viaje del brasileño en cambio fue toda una odisea. Desde la salida de su casa tuvo problemas con su itinerario que tuvo que planear a los apurones. «Los días posteriores a la clasificación fueron un poco tensos porque estaba preocupado por cómo llegar, si iba a jugar o no», dijo el finalista en una entrevista con el sitio Superpoker.
La mesa final en la que Bruno estuvo muy cerca de quedarse afuera.
El día del viaje tuvo un inconveniente en la primera escala entre la ciudad de Maceió a Recife. «Por increíble que parezca, me costó mucho embarcarme en Brasil. Les mostré la carta que me dio la WSOP en donde indicaba que iba a trabajar y se quedaron una hora analizando mi situación, no me dejaban embarcar«.
Tras firmar un documento en el que se hacia cargo de todos los gastos en caso de que el viaje no saliera bien, obtuvo la autorización. Sin embargo, después de abordar, el vuelo a Recife fue cancelado y Brunno necesitaba estar en Recife en unas horas más para volar a Lisboa . «No había vuelo de Maceió a Recife y el otro avión era de noche. En la carrera, tomé un taxi e hice un viaje de tres horas y media», comentó el runner-up que seguro le dio una buena propina al chofer.
Tras la carrera contra el tiempo y una cuenta de taxi bastante grande, Bruno logró llegar a Recife para volar a Lisboa y de ahí a República Checa, tramos en los que por suerte no tuvo complicaciones.
«La sensación de haber llegado al casino fue sensacional, un tremendo alivio poder jugar el torneo de mi vida, hacer realidad mi sueño», sentenció sin saber que unos días después jugaría de forma magistral y sería el runner-up del Main Event de la WSOP 2020. ¡Vaya historia!
Crédito Fotos: PokerNews.