Una vez por año, el Rey retorna a su reino. Podría ser la introducción a una novela medieval, pero en este caso hablamos de Phil Ivey . El mejor jugador del poker habido y por haber se encontraba alejado de las mesas -o al menos de aquellas de las cuales nos enteramos- y no se sabía si elegiría el calor de Las Vegas para pasar el verano.

Pero ya lo decía Guillermo Francella en el film El Secreto de sus Ojos: «¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo: de cara, de casa, de familia… de novia, de religión, de Dios… pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín… no puede cambiar de pasión».

Desde el Main Event de la WSOP 2018 que Ivey no tiene un cobro en vivo. Por eso intentó revertir la situación en el Evento #18: US$10.000 Omaha Hi-Lo 8 or Better aunque no lo logró.

¿Cómo te sentirías si fueses Jeremy Heartberg y estuvieses en medio de un sanddwich entre Phil Hellmuth y Phil Ivey en la WSOP?

Ahora habrá que ver cuánto de su tiempo le dedica a la búsqueda del brazalete y cuánto lo pasa en el Bellagio, su segundo hogar durante la Serie Mundial.

Una cosa es segura: el Rey ha vuelto.