Juego en Córdoba: qué empresas se presentaron a la licitación
Se abrieron los sobres de la convocatoria para la concesión de casinos, hoteles y slots en la provincia. En todas las regiones del país se repite un mismo nombre…
Este año marcó la despedida de la leyenda del poker Doyle Brunson , quien jugó en algunas de las partidas de dinero más grandes hasta su fallecimiento a los 89 años. Brunson, ganador de 10 brazaletes de las World Series of Poker, afirmó que su tiempo en la mesa mantuvo su mente aguda, instando a más personas de su edad a unirse al juego. Shirley Bernstein
Siguiendo este consejo, Shirley Bernstein , una bisabuela de 100 años de Boynton Beach, Florida, ha adoptado el poker como parte esencial de su vida. No sólo es una operadora regular de acciones en la bolsa de comercio sino que juega al poker aproximadamente tres veces por semana con amigos que conoció en su lugar de residencia.
Más allá de las cartas, Bernstein vigila su cartera diariamente y ha participado activamente en el mercado de valores durante cinco décadas. Realiza operaciones diarias, investiga empresas y objetivos de acciones, y ha encontrado en estas actividades la clave para mantenerse activa y enriquecer su vida.
«Es lo que me mantiene en marcha», aseguró Bernstein. «Observo el mercado todos los días. No siempre realizo operaciones, pero es una parte muy importante de mi día… ha hecho mi vida muy interesante», señaló en una entrevista con la revista Today.
Esta bisabuela, oriunda de Filadelfia, Pennsylvania, ofrece consejos para una vida larga, como evitar fumar, beber alcohol ocasionalmente y, sorprendentemente, no ejercitarse mucho. Al igual que Brunson, el poker no solo entretiene a Bernstein, sino que también mantiene su mente ágil.
Sus amigos destacan su gran sentido del humor, y su vida activa incluyó una carrera laboral hasta los 70 años y un matrimonio de 45 años. Además, la genética también podría jugar un papel vital en su longevidad, ya que tanto sus padres como uno de sus abuelos vivieron hasta edades notables: sus padres alcanzaron los 90 años y un abuelo llegó a los 104.