En estas mismas columnas, oportunamente me ocupé de los conectores en suit. Ahora es el turno de los no suitados. Se trata de los pares de cartas que por estar vinculadas entre tres o menos “huecos”, nos dan la posibilidad de conseguir una escalera utilizando sólo tres cartas del board.
Hay cuatro tipos de conectores y su valor reside exclusivamente en las posibilidades de ligar con el board una escalera flopeada o un proyecto. Y las probabilidades de conseguirlo son escasas. Veamos:
Probabilidades de ligar un draw a escalera abierta en el flop con conectores
Con consecutivas: 8%
Con 1 hueco: 6%
Con 2 huecos: 4%
Con 3 huecos: 2%
Claro que después habrá que pagar para concretar en el turn o hasta el river, y las probabilidades de lograrlo son:
Otra observación: estas manos son difíciles de jugar y suelen meternos en problemas cuando no conectan proyectos en el flop pero sí algún par, sobre todo si es con la carta más alta del board. Claro que, cuando logra juegos ganadores, son manos escondidas que reportan muy grandes pozos. Son manos extremas, se pierde muchas veces (generalmente poco, si sabemos administrarlo) y pocas veces se gana mucho o muchísimo.
Dos claves para jugarlas mejor: 1) el control del pozo, de modo de lograr ver las calles siguientes con la menor inversión posible y 2) la construcción del pozo más grande posible, cuando formamos nuestro juego ganador.
Otra observación: con frecuencia igualamos un multipot con 9-8 soñando un flop 5-6-7 o al menos 6-7-x para tener un proyecto en las próximas calles. Ni hablar de lo hermoso que sería un flop 8-8-9. Pero con más frecuencia nos encontraremos ante un flop como por ejemplo 4-5-8, ya que la probabilidad de conectar al menos un par (cerca del 30%) es mucho mayor a la de escalera o full.
Entonces, tenemos top pair con kicker mediano, y el agresor hace una apuesta de continuación. ¿Tiene un par alto? ¿Puedo pagar y arriesgarme a que otros que igualaron resuban? ¿Resubo yo para ver donde estoy parado? ¿Me retiro ante la duda? ¿Y si en el turn aparece un 8 o 9? ¿Habrá alguien haciendo slowplay con un set o escalera flopeada?
En estos casos es recomendable foldear, son muchas más las contras que los pro y, como vimos, nuestra mano tiene apenas mediana fuerza.
Sin embargo, la mayor parte del tiempo, muchos jugadores (sobre todo los menos estudiados) terminan comprometiendo una gran parte de su stack. En algunos casos foldean en las calles siguientes si aparecen cartas altas y pierden las fichas que invirtieron en el flop, en otros arriesgan más y pierden en el turn o river, y de vez en cuando, con poca frecuencia, por supuesto, ganan.
Los mejores momentos para jugar cartas conectadas son en las etapas iniciales de un torneo, con posición, en rondas con muchos jugadores que limpearon o igualaron un pequeño raise, momento en el que hay una buena posibilidad de ver las cinco comunitarias.
Este es el factor clave para maximizar la potencia de los conectores.
El objetivo es claro: conectar escalera o full para seguir, o un proyecto y pagar otra apuesta siempre y cuando esta sea pequeña y tengamos la posibilidad cierta de conseguir las nuts.
Si por ejemplo, hay proyecto a color o cartas emparejadas que pueden dar full a otros jugadores, o alguien puede conectar una escalera mayor, puede ser que nuestras chances de ganar sean muy escasas o directamente nulas.
Desde ya, cuanto más experimentados seamos, más “cancha” tendremos para jugar esta clase de manos. Cuando aparezcan flops donde consigamos un doble par, habrá que hacer una muy buena lectura para decidir cómo continuar si la acción muestra apuestas y reraises.
De la observación de nuestros oponentes dependerá la estrategia.
En etapas intermedias y finales de un torneo, ya no es posible buscar con estas combinaciones de forma rentable. Nuestro stack y el de los rivales ahora rondará las 30 o 40 ciegas (tal vez más o menos según el torneo) y pagar un raise de 3 BB, comprometiendo cerca del 8 o 10 por ciento de nuestra pila tratando de concretar en el flop una combinación bastante improbable contra un oponente o tal vez dos, ya no suena bien ni lucrativo como en la etapa anterior, en la que los stacks rondan las 100 ciegas grandes.
Ya en la última etapa, la utilidad que le podemos otorgar a estas cartas es para robar las apuestas obligadas. De no lograr ese primer objetivo, son cartas interesantes para ver un flop si nos igualan. Al ser los agresores con posición, podremos intentar ganar la ronda con una apuesta de continuación y o intentar controlar el pozo para ver las cinco cartas si conseguimos un buen proyecto.
Conclusiones:
– Es conveniente explotar el valor de estas manos en etapas iniciales de un torneo, cuando los stacks son profundos, en rondas donde participen muchos jugadores arriesgando pocas ciegas, donde sea muy probable ver las cinco cartas comunitarias y se pueda arriesgar muy poco para intentar ganar mucho.
– En etapas intermedias y finales, solo utilizarlas para intentar robar ciegas con posición.
– No “suicidarse” cuando ligamos top pair o juegos similares, de mediana fuerza.