Por José el Profe Litvak

Chris Ferguson  dice: “Cualquier mano que vale la pena para pagar, vale la pena para raisear, si no, tírala”.

Esta “filosofía” modificó sustancialmente el modo de juego en los últimos tiempos, confiriéndole mayor agresividad. Y ello no es casual, ni una moda, es una constatación fundada en el valor estratégico que proyecta este estilo, de ahí su importancia. No existe Pro o buen jugador que disienta con esta visión. Podrán notarse matices, rangos o excepciones, pero es casi como una verdad revelada.

El propio Ferguson enseña: “Siempre trata de hacer un raise, nunca sólo call y, por sobre todas las cosas, jamás deberías ser el primero que paga antes del flop. Además de la información que estás regalando sobre la fuerza de tu mano, el raise le pone presión al resto. Las probabilidades indican que forzarás a las manos marginales a foldear antes del flop, limitando el número de jugadores a vencer. Inclusive, en ocasiones, limitarás ese número a cero y terminarás llevando las ciegas y los ante”.

Por ende, nos facilitamos la lectura del rango rival, y él tiene menos información nuestra, dado que podríamos haber raiseado con cualquier cosa.

Para subir, no es necesario tener buenas cartas, pero sí para pagar una apuesta.

Conociendo las primeras tres cartas comunitarias, están dadas las condiciones para delinear la estrategia postflop y, naturalmente, el raise preflop es el requisito necesario para hacer una apuesta de continuación, generalmente efectiva. En segundo lugar, con buenos naipes, por ejemplo, A K o A Q, las posibilidades de ganar son mayores contra A J, A 10 o K -qs-que contra, por ejemplo, 7 9 o J 8.

Un raise adecuado sacará de competencia a éstos y dejará en el enfrentamiento a los dominados, que podrían ser proclives a pagar. Muchas veces, el raise consigue directamente el pozo y culmina las acciones, o posibilita hacer un mejor control posterior. Otra ventaja no menor, es la posición de dominio que confiere tomar la iniciativa. Quien sólo pagó estará pendiente de nuestras acciones. En suma, tendremos más información, control y dominio de la situación y, en muchas ocasiones, el pozo sin contienda.

Pero, cuidado, uno de los aspectos fundamentales para ser efectivo es el monto del raise (especialmente el del open raise). Para determinarlo, hay que considerar nuestra relación de stack / BB, y evitarnos el compromiso involuntario con el pozo que nos llevará a pagar en situaciones inconvenientes.

Por el contrario, tengamos en cuenta esa relación de los rivales, porque eso les facilitará pagar o los limitará, sabiendo que las progresiones del valor de las apuestas en las calles futuras se relacionan inexorable y progresivamente, con las de las anteriores.

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