La varianza es la enemiga número uno de los jugadores de poker, aunque algunas veces actúa de forma favorable premiando con botes en los que no se tenía la ventaja, en otras ocasiones es vista como la gran causante de todas las tragedias en las mesas.
Llamada suerte en otros ámbitos de la vida, constituye un factor que no se puede controlar y dado que esa es su naturaleza, lo único que queda hacer es aceptarla como tal, sin embargo algunos jugadores profesionales aseguran que existen ciertos trucos que se pueden llevar a cabo para tratar de minimizar su impacto en los resultados.
Piense en términos comerciales
Muchas veces se ha dicho que el poker es como un trabajo y siguiendo esta afirmación también se debe ver como una gran empresa donde el jugador es el CEO que toma las decisiones y pone rumbo a salud financiera de la compañía.
Cada negocio tiene ingresos y gastos, y la diferencia entre los dos es la ganancia. Si se mira al poker de esta manera, se puede interpretar que los botes ganados son considerados como ingresos y los botes perdidos son los gastos.
Tener un gran presupuesto
Por algún ideal colectivo, se piensa que el poker es una forma fácil y rápida de hacer dinero, lo cierto es que mientras más se conoce más se descubre que no hay nada más alejado a esta afirmación engañosa.
La gran mayoría de jugadores han cometido el error de jugar fuera de banca pensando que es el camino más corto para llegar a conseguir grandes ganancias. La realidad es que mientras más bankroll se tenga para jugar un nivel, menos afectará la varianza. No es lo mismo tener un presupuesto de US$1000 para jugar torneos de US$5 que pagar entradas de US$100.
Olvidar los resultados y la gráfica
Una de las grandes ventajas de tener un amplio presupuesto de juego es que los resultados a corto plazo no importan. El mejor antídoto contra la varianza es el volumen y este es un factor que si se puede controlar.
Una semana o un mes de malas sesiones le pasa a cualquiera, lo importante es tener un buen juego tomando las mejores decisiones. Mirar la gráfica luego de terminar una jornada y ver números rojos puede llevar a tomar acciones precipitadas que tengan como consecuencia peores resultados debido a un cambio de estrategia.
Cambiar el guion
Por último y no menos importante se debe tener claro que la varianza no siempre causa desenlaces negativos. Gracias a este factor el poker sigue existiendo, si en una partida siempre ganaran los mejores jugadores, la competencia sería mucho más fuerte y la actividad dejaría de ser rentable.
Como se mencionó anteriormente, muchas veces la varianza hace se termine ganando un bote donde las probabilidades no estaban a favor, el problema es que la llamada memoria selectiva oculta estos recuerdos de manera frecuente. Hay que tener presente que el poker es un juego a largo plazo y lo importante es tomar buenas decisiones durante el mayor tiempo posible.
Todas estas recomendaciones fueron expresadas por el jugador blackrain79 en una reciente entrada de su blog.