Mucho se ha dicho sobre el papel que tiene el ego como principal enemigo para un jugador de poker. Pero pocos se han detenido a pensar que la vergüenza puede ser el mejor antídoto para combatir este mal que afecta, sobre todo, a los principiantes.

Esa sensación de incomodidad o temor de hacer el ridículo ante un grupo de personas es uno de los mayores frenos que tienen los individuos para contener la ejecución de ciertas acciones y sin saberlo, esta emoción encierra una de las herramientas más poderosa para mejorar en las mesas de poker y gestionar la parte mental que es tan importante hoy en día.

La visualización es una técnica recomendada por muchos psicólogos para afrontar algunas situaciones futuras que se quieran mejorar. En el poker se puede utilizar de varias maneras, no solo para imaginar un gran triunfo que sirva como motivación sino también para imaginar la pena que se sentirá si son descubiertas las malas decisiones con pleno conocimiento de estar erradas.

Cómo usar la vergüenza para mejorar el juego

Esta es una técnica que cobra mayor valor en el poker online, sin embargo es igual de aplicable a la acción en vivo. Un jugador medianamente preparado tiene un plan de acción a seguir ante cualquier movimiento del rival, el problema es cuando el miedo, el ego o la avaricia entran a la ecuación buscando cambiar dicho plan.

Justo en ese momento se debe hacer el ejercicio de visualización e imaginar que alguien que conoce nuestra estrategia nos está observando: ¿cómo le justificarías el movimiento que estás por realizar? ¿No te daría vergüenza reconocer que la emoción pudo más que la razón?

Otra manera de usar la misma técnica es imaginar que se están impartiendo clases de poker a otros jugadores. ¿Esa es la lección que se quiere dejar? En ambas ocasiones se puede usar la visualización de una persona a la que se le tenga aprecio y no se quiere decepcionar, tal vez un mentor, familiar o una pareja.

La práctica de este ejercicio del «vigilante constante» hará que se convierta en un hábito que ayude a tomar mejores decisiones por un lado y a actuar de manera más pausada y pensando dos veces antes de jugar las cartas.