ENTREVISTAS
Daniel Negreanu: «Estoy en buena forma para ganar»
Daniel Negreanu habló de todo, desde los torneos que jugará a fin de año hasta cómo le está yendo al podcast que hace con su esposa.
El poker se ha vuelto más competitivo con el paso del tiempo. Se ha institucionalizado una máxima que reza que aquél jugador que dedica más horas de juego y tiempo de estudio es más propenso a alcanzar el éxito, pero también es muy importante saber cuándo es necesario buscar vías de escape y desconectarse total o parcialmente de las mesas por un tiempo.
Para muchos es más que un juego o una manera de ganarse la vida. El poker se han convertido en su estilo de vida. Al igual que le puede pasar a un deportista o a un músico, la actividad que realiza un jugador en las mesas puede ir más allá y afectar la vida cotidiana en otros entornos como la familia o amigos. Esos es un grave error y principal indicio de que hay que parar o por lo menos analizar la situación.
Muchos jugadores pueden llegar a cancelar actividades ajenas al poker luego de una mala sesión o varios días de pérdidas o caer en gastos excesivos luego de una gran victoria. Lo cierto es que los resultados y bad beats deben dejarse a un lado luego de cerrar sesión, y para ello existen algunas herramientas para hacer la transición mucho más fácil.
Algunos coachs recomiendan actividades de enfriamiento para que la acción en la mesa no perdure en el tiempo. Cerrar la computadora de golpe o salir corriendo del casino luego de una derrota solo ocasionará revivir dicha situación.
Tomarse unos minutos para cerrar los ojos y concentrarse únicamente en la respiración, hacer una revisión de manos o estudiar mediante algún artículo o videos son las maneras más efectivas para dejar que la mente vaya reposando.
Un deportista que no pase por un proceso de estiramiento luego de la competencia puede tener mayores dolores musculares, igual le pasa al jugador de poker.
Por último, es importante colocar horarios a las actividades de poker. Terminar una sesión, cenar, tomar una duche e irse a la cama viendo la repetición de aquella mensa final no es una buena idea. Se debe evitar a toda costa que la pasión por el poker se convierta en una obsesión, por ello incluso es casi obligatorio tomarse un par de días de descanso de todos los temas relacionados con las cartas y las mesas.