ENTREVISTAS
Daniel Negreanu: «Estoy en buena forma para ganar»
Daniel Negreanu habló de todo, desde los torneos que jugará a fin de año hasta cómo le está yendo al podcast que hace con su esposa.
«¿Cuánto tardaré en ser un jugador profesional?».
Esta sea, tal vez, la pregunta que más se haga un jugador de poker cuando recién comienza la cerrara o después de un largo tiempo en las mesas. Y la respuesta depende, en gran medida, de la lupa con la que se vea.
Desafortunadamente no hay una respuesta correcta, lo que sí se podría afirmar casi de manera absoluta es que la gran mayoría pensó que sería mucho más fácil y rápido de lo que realmente es.
Ante el interrogante principal surge otro igual de importante: ¿el profesionalismo se debe medir en proceso o resultado? Justo es aquí donde puede estar la clave para que una persona sienta que ha dejado de ser un recreacional, novato o principiante y ha escalo hasta la consagración de la actividad.
Con un alto componente subjetivo, una persona puede sentirte profesional luego de dedicarle 6 horas de su día al poker mientras que la misma sensación puede tener aquel que obtiene cobros jugando los fines de semanas entre amigos sin ningún tipo de preparación o estudio previo.
Algunos especialistas afirman que existen muchos casos, en distintos ámbitos, donde una personal puede ser profesional incluso antes de comenzar a ganarse la vida con ello. Si se toma el ejemplo de la vida académica se puede afirmar que una persona se ha convertido en profesional luego haber dedicado 5 años de estudios y recibo un título, sin embargo recién saldrá al mercado laboral.
Para muchos, la meta final en el poker es poder vivir de ello y cambiar el trabajo actual de oficinal por las cartas, pero aun así el jugador que tiene una buena gestión de banca, disciplina, dinámicas de aprendizaje y los resultados no llegan, puede tener la seguridad que posee la gran mayoría de características de un profesional.
Como conclusión, determinar el tiempo que tomará profesionalizar el poker dependerá de la visión. Tal vez se sea un profesional sin saberlo o crea ser uno sin realmente serlo solo porque la varianza ha sonreído momentáneamente.