Para la gran mayoría de las personas, el poker comenzó como un simple juego o una manera alternativa de ganar dinero. A pesar de ello, con el pasar del tiempo puede que se haya creado una relación tóxica que brinda más dolor y angustia que alegría.

En la teoría, un hobby es una actividad que se realiza como escape o a manera de entretenimiento fuera de los deberes cotidianos; para muchos las partidas caseras con amigos comenzaron siendo ese tiempo de desconexión y poco a poco fueron tomando un rumbo más serio y profesional. Pero irónicamente ese cambio también añadió algunos elementos de estrés o ansiedad como de los que se pretendían escapar.

El poker es un juego muy delicado de abordar, siendo el factor mental tan determinante a la hora de una toma de decisiones se debe cuidar muy de cerca el tipo de pensamientos que se tienen a la hora de sentarse en una mesa. El estar disperso es uno de los problemas más graves a los que se puede enfrentar un jugador y las consecuencias son claras: no se aprovechará de la mejor manera una sesión o peor aún, se tendrá una muy mala jornada.

«No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices» | Robert Louis Stevenson

Si se está pasando por épocas de la vida en las que hay mucha carga laboral, problemas familiares o simplemente se está atravesando por una mala racha, hay que tener en cuenta que todas las anteriores producen emociones conscientes e inconscientes que afectarán el desempeño en una partida y generará esa relación de amor/odio que muchos tienen con el poker.

No se puede convertir algo que apasiona en una especie de tortura, por ello es importante cuidar la relación que se tiene con la actividad. No se debe forzar el estudio o las horas de juegos si no se está en el mejor momento, por el contrario se debe recordar el principal deber es ser felices y procurar no cargar de más al poker. A fin de cuentas hay que procurar que siga siendo ese elemento de bienestar con el cual fue abordado inicialmente.

Poder participar en un gran torneo o llegar a jugar las mejores partidas de cash es de importancia para muchos, pero en la mayoría de los casos no es la principal actividad laboral y aunque así lo fuera, nunca se debería ver al poker como una obligación. Aunque se esté en la carrera por tratar de ser profesionales y los ingresos proveniente de las mesas ya constituyan la principal fuente de ingreso, muchas veces hay que tener en cuenta que un paso para atrás no significa un retroceso sino más bien un impulso.