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Poker a beneficio de los afectados por la DANA en España
El torneo BAP de Sevilla destinará parte de lo recaudado a las víctimas del desastre natural que afecta a gran parte de la población española.
Una máquina de ganar. Parecería que en eso se convirtió Gonzalo Villanueva después de consagrarse en la Madero Master Cup VII: Gran Final, ya que antes no paraba de meter grandes resultados online y además registraba dos cobros consecutivos en la misma serie y un enorme podio en el último High Roller del CAP.
Cualquiera pensaría que con este nuevo récord de cobro que triplica al mejor anterior, Rusty Punchy estaría saltando de la alegría. Pero lo cierto es que, con el humor de siempre, apenas esbozó algunas risas durante la premiación y, durante su conversación con su amigo y confidente pokeril Maxy Veyga en la entrevista que concedió vía LiveStream, resumió: «Lo siento muy natural a este triunfo, no estaba desesperado por ganar, pero obviamente estoy muy alegre».
En este juego no hay nada más lindo que una buena racha, pero hay que saber sostenerla ¿Cuál es el secreto? A esto Gonza responde que siempre juega con la confianza de estar al nivel para ganar. «Sobre todo en este último semestre, con todos los resultados que acompañaron. Eso me da mucha tranquilidad y seguridad», remarca el blogger de CodigoPoker antes de describirse: «Siempre fui muy suelto para jugar en las mesas, nunca respeté demasiado a nadie. Por ejemplo, con Dubini, que es un tremendo jugador, nunca tuve miedo de enfrentarlo y lo hice con total naturalidad y confianza de que le iba a ganar ya que de hecho lo había cruzado los dos días anteriores con muy buen resultado. Así que desde el principio jugué sin el miedo a perder o a avergonzarme por mostrar un juego muy malo en una jugada que no salga bien».
De hecho, la falta de respeto queda en evidencia cuando Villanueva asegura que no tiene ídolos ni mentores en el poker. Para él sus referentes son Diego Milito, el máximo héroe que su querido Racing Club tuvo en los últimos años, y el tricampeón de la NBA, Lebron James. De todas maneras, su vida hoy gira alrededor de este juego.
«Es mi trabajo, que me gusta hacerlo y me encanta mejorar, aunque no soy de estudiar. Nunca leí un libro y mi único perfeccionamiento es jugar y enfrentar cada vez a mejores rivales. Sí charlo mucho con Maxy, Martín Piñeiro y Fer Estrada, pero no hago cosas como revisión de manos, ni ver videos rutinariamente», reconoce Villanueva.
Al igual que ocurrió con MaxyShark, este 2016 marcó la explosión de estos chicos que se formaron, en buena parte, mirando y reportando manos durante horas y días. Como aseguró Veyga en su momento, su origen como cronista fue una de las claves: «Lo que yo hacía era poner foco en los buenos jugadores, principalmente en los que me dejaban pispearle sus cartas para aprender y entender sus movimientos. Creo que eso me ayudó un millón por ciento a mejorar mi juego».
Pero si bien no lo consideró como un mentor, mucho en esto tiene que ver su hermano mayor, Gabriel, quien además de traer el poker a su vida fue el primero de ellos en trabajar como reportero en los liveblog. «Fue hace como 10 años, lo vi jugando y me llamó la atención, así que arranqué a la par de él, que es traductor de inglés y lo hacía al mismo tiempo que su trabajo en CodigoPoker hasta que se complicó por las largas jornadas y me propuso que lo reemplace».
¿Qué se puede esperar después de tantos éxitos? Villanueva responde: «No tengo el sueño de ganar tal torneo, pero sí quedé muy enfermo de perder dos veces el Sunday Million (una vez salió 30° y la otra casi en burbuja de mesa final), lo que sería mi única espina. Ya tenía planeado viajar el año que viene a Europa y Estados Unidos pero es totalmente turístico, aunque no quita que después me den ganas de jugar algo».
Rusty Punchy pareciera inclinarse más por el juego online, por eso no acostumbra realizar cronogramas de torneos en vivo. «Si me pinta jugar algo, voy y lo hago en el momento. Llegado febrero veré si me interesa ir a la BSOP en Brasil, pero sí te puedo asegurar que tenía las ganas de ganar un torneo cara a cara y reafirmar todo lo que hago online. Por suerte ahora puedo decir ‘por lo menos gané una vez en Madero'».