Casino de Mar del Plata: qué número salió en la primera bola del 2025
Se realizó la tradicional ceremonia de todos los años, en la que funcionarios se acercan a la Casa de Piedra para asistir a la primera bola en la ruleta.
«Cada día es una lucha constante para conseguir llevar comida a tu mesa, para encontrar medicamentos si estás enfermo o incluso para llegar a casa vivo, al menos para mí que estoy en la ciudad más peligrosa«. Así refleja su presente el caraqueño Victor Castellanos -ve-en una entrevista concedida al sitio PokerStrategy. En medio de esa situación crítica, este grinder descubrió que no necesitaba afrontar niveles altos para ganar mucho dinero según el costo y las condiciones de vida local. Algo similar a lo que comentaba Alejandro Campuzano , quien sobrevive jugando desde una cárcel en Ecuador.
¿Qué tienen en común estos dos países? En ambos el juego es prácticamente ilegal. En el caso venezolano rige la mano dura de la Comisión Nacional de Casinos, que controla y fiscaliza un mercado donde, dicen desde el ente, hay al menos un 85% de salas ilegales.
De hecho, solo funcionan legalmente algunos establecimientos en casinos y hoteles cinco estrellas de Isla Margarita donde, supuestamente, se tributan altas tasas con fines exclusivamente sociales (recientemente habrían aumentado un 500%).
La mano dura local se ablanda en las redes: últimamente creció el mercado del juego online y surgieron algunas salas de poker virtuales que hasta se aventuraron a organizar torneos en vivo con más de un centenar de participantes. Mientras los jugadores más pudientes viajan a la las islas, a la cercana Aruba o Estados Unidos, con Miami y Las Vegas como principales destinos, las clases populares se aventuran en Internet.
Victor era un maestro de inglés que jugaba en niveles bajos por diversión y para hacer un dinero extra destinado al placer, pero de 2014 a 2016 perdió la conexión a la red. Durante ese tiempo su hambre creció y cuando volvió se lo tomó con mayor seriedad y en febrero empezó a jugar Spin & Go de US$0,25.
«Desde la muerte de Chávez, en 2013, los dólares del mercado negro aumentaron su precio de 20 a 8.000 bolívares. Así que ganar en esa moneda, aunque sea US$100 mensuales, cuando el salario mínimo es de US$15 más un bono alimenticio por otros 30, es un verdadero lujo«, aseguró Castellanos, quien comenzó a dedicarse completamente, al subir en esta modalidad al nivel de US$3 por buy-in.
Su ascenso fue meteórico y, con la ayuda de la escuela Spin Legends, ya se encuentra jugando mesas de US$15 bajo su nickname Talabi. «Sinceramente, es muy triste: gano más que médicos, profesores, ingenieros y personas que son fundamentales en la sociedad«, comentó Castellanos, aunque también dejó en claro que no fue fácil. «El poker era algo divertido para hacer con amigos, pasar el tiempo y relajarme. Tardé unos tres meses estudiando duramente noches enteras, revisando manos y haciendo preguntas«.
Como Víctor, cientos de venezolanos se lanzan a las mesas virtuales en busca de una mejor calidad de vida. Según las estadísticas de PocketFives hay al menos 160 compatriotas regulares de torneos y es Oscar oscarpokraa Duarte el máximo exponente actual con cobros por más de US$175.000 jugando casi todos torneos de entre US$5,5 y US$22. ¿Habrá un efecto Joseph Di Rosa después del primer brazalete del país?