Hay deportistas inclasificables. Ésos son los imprescindibles. E Iván Lucá es uno de ellos. De pie, señores: de ahora en más -y por mucho tiempo-, cuando lo nombremos ya no deberíamos llamarlo Negriin, Iván ni mucho menos Lucá. Ahora alcanzará con decir «el más ganador de la historia del poker argentino«. Y ese título sí que no se cambia por ninguna pica…

Peleó por ser el Jugador del Año del EPT

Sobran las palabras para describir el presente de Negriin -o del más ganador de la historia del poker argentino, perdón-, quien acaba de conseguir semejante hito en la Grand Final del European Poker Tour, donde al igual que durante toda la última temporada volvió a brillar entre los mejores jugadores del mundo, ahí en los mismos paños, sacándoles fichas a ésos que antes apenas si se miraban por YouTube.

Lucá se va de Montecarlo con la friolera de 292.210 euros en el bolsillo, producto de los 263.750 que se llevó por haber sido octavo -mesa final- nada menos que en el €100K Super High Roller y por los €55.460 que facturó en el €25k High Roller. Con esa cifra llegó a los 3.280027 en ganancias y superó a Nacho Barbero , quien hasta el momento ostentaba ese récord.

Tan impresionante fue su temporada en Europa que incluso llegó a pelear por ser el Jugador del Año del EPT, aunque finalmente quedó por detrás de Steve O’Dwyer y Mike McDonald , dos animales de los paños, y peleando palmo a palmo con Adrián Materos , otro crack del Viejo Continente.

Con Connie, su novia, su bastión

Una pulsera de la World Series of Poker, un título del UKIPT High Roller, otro del Eureka Poker Tour, la corona de un evento paralelo del PCA y dos veces campeón del Circuito Argentino de Poker son sólo algunos puntos altos de su palmarés; una cadena de logros que hace tiempo abrió el debate: ¿no merece, acaso, ser considerado para transformarse en Team Pro?

“No es algo que me quite el sueño, he recibido algunas ofertas pero ninguna acorde a lo esperado. Lógicamente que estoy abierto a nuevas propuestas: sería interesante poder cerrar algo beneficioso para ambas partes”, había dicho él, paciente, después de ganarle el Eureka Poker Tour a Connie Lampropulos , so novia, compañera, gran jugadora y sobre todo un bastión elemental en este Lucá, la estrella, el ganador: ella -él mismo lo admite- lo ayudó a centrarse y a mejorar.

¿Y ahora qué? La pregunta retumba y las respuestas sobran: ahora, a por más, claro. ¿Pero qué más? ¿Cómo se sigue creciendo? Bueno… eso, sin dudas, Lucá lo sabe mejor que nadie. Un buen descanso, a refrescar la cabeza y a seguir pensando en cómo agregarle capítulos a la enciclopedia dorada del poker argentino, ésa que ya lo tiene primero en el índice de la gloria.