BRAZILIAN SERIES OF POKER
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Como no podía ser de otra manera, el torneo más caro de la historia de Brasil quedó en manos de un jugador local.
Es imposible mantenerse al margen de lo que empezará a suceder este sábado 10 a las 17:00 en La Bombonera. Es que un River-Boca le escapa al territorio argentino, así que pueden imaginarse lo que implica que este cruce sea en una Copa Libertadores y, encima, en la final, la última de la historia con partido ida y vuelta.
Además de llegar a otros países, este choque de trenes también salpica a otras disciplinas. Y el poker, como no podía ser de otra manera, se empapa de este encuentro que afecta a todos, jugadores incluidos.
Manuel Safián , por el lado de Boca, y Andrés Korn , por el de River, ya palpitan lo que será un enfrentamiento histórico. Aunque los dos no comparten los colores, sí sienten la misma pasión por el fútbol y coinciden en que será «una serie dificilísima».
«Para mí puede pasar cualquier cosa», afirma el marplatense. «Desde un partido que termine 3-3, que haya 3 ó 4 expulsados por bando o hasta que se suspenda. Con la mano en el corazón, creo que va a ganar Boca, pero es un flip literal. Se va a definir por mínimos detalles», vaticina Manuel.
En tanto, Cacho cree que su equipo tiene el as bajo la manga: Marcelo Gallardo. «Es un gran extra», dice. Pero también sostiene que es muy difícil poder pronosticar cómo van a salir en la cancha, «y mucho menos un ganador. Sin embargo a River lo veo bien, fuerte y concentrado».
Si bien ninguno de los dos se animó a arrojar un resultado de esta serie que será terrible, los dos se la jugaron por quién será la figura: «El Pity Martínez siempre la rompe contra Boca», dice Korn mientras que Safian sueña con que en la Super Final: «la figura sea Wanchope (Ramón Ábila ) o el Pipa (Darío Benedetto ), porque quienes hacen los goles en esta instancia se llevan todos los laureles».
Una vez que suene el pitido inicial, todo lo que se pueda decir, sentir o apostar quedará de lado. La atención y todas las energías estarán dirigidas a un heads-up grande, como la pasión inentendible que sólo sienten los que forman parte.