El Día de los Reyes Magos, celebrado cada 6 de enero, es una festividad católica que conmemora la visita de los tres sabios de Oriente al niño Jesús. Esta tradición ha dejado una huella en diversas manifestaciones culturales, incluyendo la baraja de poker, donde cada rey representa a una figura histórica de gran relevancia.

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Si bien es difícil saber el origen de las cartas, se cree que tienen relación con las antiguas cartas del Tarot.

Los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar aparecen por primera vez en el mosaico de la Basílica de San Apolinar el Nuevo (Rávena, Italia), que data del siglo VI d.C.

En concreto, hay un consenso entre historiadores que señala que los reyes representan a diferentes personajes destacados del pasado tal como podrán ver continuación.

K Rey de Corazones: Carlomagno

Carlomagno, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, es simbolizado en el rey de corazones. Reconocido por su nobleza y valentía, su representación refleja su corazón noble y su influencia en la historia europea.

K Rey de Picas: Rey David

El rey de picas está inspirado en el Rey David de Israel, célebre por su justicia y devoción. Su asociación con las picas, que simbolizan la espada y la justicia, destaca su papel como monarca justo y piadoso.

K Rey de Tréboles: Alejandro Magno

Alejandro Magno, el formidable conquistador macedonio, se refleja en el rey de tréboles. Su inclusión en la baraja simboliza su espíritu aventurero y su capacidad para expandir fronteras, cualidades que resuenan con la naturaleza y el crecimiento asociados al trébol.

K Rey de Diamantes: Julio César

Julio César, el influyente líder romano, está representado en el rey de diamantes. Su ambición y búsqueda de poder se alinean con el simbolismo de los diamantes, que representan riqueza y autoridad.

Aunque la representación de estos monarcas en la baraja de poker no está directamente relacionada con los Reyes Magos de la tradición cristiana, la coincidencia en la denominación de «reyes» invita a una reflexión sobre cómo figuras históricas y simbólicas se entrelazan en diversas expresiones culturales, incluso en nuestro deporte mental.